sábado, 26 de abril de 2014

LOS GUERRILLEROS DEL MAQUIS ANTIFRANQUISTA, ¿HÉROES O VILLANOS?


A propósito de la escultura en homenaje al maquis en 
Santa Cruz de Moya (Cuenca).



"[Señor] No me dejes caer en el vulgar error de soñar 
que soy perseguido cada vez que alguien me contradice..."
-Ralph Waldo Emerson (1803-1882),
escritor, filósofo y poeta estadounidense.

"Lo oscuro acabamos viéndolo;
lo completamente claro lleva más tiempo"
-Edward R. Murrow (1908-1965),
periodista y locutor estadounidense-.






 Palabras previas.
En los años ochenta del pasado siglo una asociación catalana -Amical de exguerrillers de Catalunya- adquirió unos terrenos de monte en la población conquense de Santa Cruz de Moya,[1] para levantar allí una escultura en homenaje a los guerrilleros del maquis español. La emblemática obra se colocó merced a la colaboración del Ayuntamiento de la localidad y la Diputación Provincial de Cuenca, entonces gobernada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El propósito era que se “reconociera el valor de la guerrilla, del maquis, como la última resistencia contra el fascismo en nuestro país, como los últimos defensores de los valores de nuestra II República”.[2] Aunque el texto citado no manifiesta cuáles son o fueron los “valores de aquella República”, dichos propósitos resultan perfectamente lícitos; aunque con la misma licitud no todo el mundo puede hallarse en situación de compartirlos.

La citada escultura se dispuso en un cerrito rocoso situado al noroeste de la población, y mira al sureste, esto es, a “Cerro Moreno”, lugar donde hubo un campamento de la Asociación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA): dicho campamento fue asaltado por la guardia civil, causando la muerte de varios guerrilleros: esto fue el 7 de noviembre de 1949. En este campamento se integraron algunos vecinos del lugar, y actuaba como centro de enlace y soporte del maquis. Ello fue la causa de que a finales de los años noventa surgiera una asociación sociocultural –La Gavilla Verde-, que desde hace unos años organiza “Jornadas de estudio, debate y encuentro con los y las guerrilleras, sus descendientes, sus historiadores, sus seguidores de antaño y de ahora, e incluso de sus antiguos perseguidores”. Al parecer, dicha agrupación “tiene por objetivos la preservación de la cultura rural y el desarrollo social y económico de las comarcas de Montaña” –aunque con marcada tendencia ideológica.

El propósito de la entrada presente es dar a conocer la escultura de marras –obra de Javier Florén Bueno (1955-1998)-,[3] en el convencimiento de que muchos lugareños de estos términos desconocen su existencia, cuando merece la pena, en tanto representa un momento y unas circunstancias de la Historia local y general de España que de ninguna manera debe olvidarse. Aunque siempre habrá quien diga: "No conviene..., no conviene remover el pasado... Al que recuerde lo viejo que le saquen un ojo". Pero el dicho continúa: "Y al que lo olvide, que le saquen los dos" -como dice Alexandr Soljenitsin en Archipiélago Gulag (1973).

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Detalle del "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca),
obra de
Javier Florén Bueno (1955-1998), 2014.
 
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Vista general del "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca),
obra de
Javier Florén Bueno (1955-1998), 2014.

En busca de Santa Cruz de Moya (Cuenca).
Para ir a Santa Cruz de Moya desde el valenciano Rincón de Ademuz pueden seguirse dos caminos principales: uno parte de Ademuz y sigue el tramo antiguo de la carretera N-330, de Alicante y Murcia a Francia por Zaragoza. Dicha vía conduce a Santa Cruz por Casas Altas y Casas Bajas, asciende al puerto de Las Emes desde el valle del Turia y arriba a la localidad por su entrada norte. Otro parte también de Ademuz, pero sigue la variante de la nueva carretera, que viene de Manzaneruela (Landete) y llega hasta Torrebaja. Dicho trazado se diseñó en los años noventa por el Pinar Llano, siguiendo antiguos carriles abiertos durante la Guerra Civil (1936-39), para traer material bélico al frente de Teruel. Arribados a Manzaneruela, cabe continuar por la carretera antigua hasta Santa Cruz, entrando en la población por el acceso noroeste.

Para ir a Santa Cruz desde Valencia cabe seguir también dos vías principales: una desde Valencia capital por la CM-35, siguiendo en dirección Liria, Chelva y Aras de Alpuente (hoy de los Olmos), para atravesar el puente sobre el Turia y arribar a Santa Cruz por su acceso meridional. Otra, siguiendo por la Autovía Valencia-Madrid, desviándose a la altura de Utiel y siguiendo en dirección Teruel por la citada carretera N-330 hasta Talayuelas: desde esta población podemos continuar hasta Landete y de allí a Manzaneruela. También puede seguirse un atajo, vía Graja de Campalbo. Ambas vías llevan a Manzaneruela, desde donde puede irse a Santa Cruz de Moya por la antigua carretera N-330 (actualmente en muy buen estado, no obstante las curvas).

Yendo desde el Rincón de Ademuz, mi trayecto preferido es el que sigue la carretera vieja: Ademuz, Casas Altas, Casas Bajas y Santa Cruz. Dicha carretera se comenzó a principios del siglo XX, pero no fue hasta los años sesenta cuando quedó abierta en todo su trayecto, de Valencia a Ademuz, merced a la apertura del puente que salva el Turia en el término de Santa Cruz. Dicho puente, obra del ingeniero José Juan-Aracil Segura (1906-1982), tiene su propia historia...[4]
         
Desde Ademuz hasta Casas Bajas el trazado discurre relativamente llano y en descenso, con el valle del Turia y su vega a nuestra izquierda. Desde Casas Bajas hasta el comienzo del puerto de Las Emes la carretera discurre junto al río. Antes de pasar el primer túnel -87 metros- atravesaremos el “barranco del Rayuelo”, lugar con su pequeña historia, pues en dicho lugar se quemó gran parte del mobiliario y ornamentación de la iglesia parroquial El Salvador durante el expolio sufrido en 1936.[5] Por entonces se estaba construyendo este tramo de carretera, incluidos los túneles. Según consta por testimonio vecinal, en uno de estos túneles pasó una noche Indalecio Prieto (1883-1962), a la sazón Ministro de Defensa Nacional de España (mayo de 1937-abril de 1938), con motivo de una inspección al frente durante la batalla de Teruel. En los túneles se guardaba material de guerra, singularmente combustible, por temor a los bombardeos nacionales...

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Detalle de la entrada al túnel 1 (del Rayuelo) -87 metros- sito en término de Casas Bajas, a la altura del kilómetro 263 de la CN-330a de Ademuz (Valencia) a Santa Cruz de Moya (Cuenca), labrado en ángulo (2014).

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Detalle de la salida de túnel 2 (de Abajo) -77 metros- sito en término de Casas Bajas (Valencia), a la altura del kilómetro 262 de la CN-330a, entre la última población y Santa Cruz de Moya (Cuenca), labrado recto (2014).

Poco después del segundo túnel -77 metros- la carretera deja la compañía del Turia y comienza su ascenso por las sinuosas Emes. En el punto de arranque de la pendiente hay un camino muy perdido a la mano derecha, que otrora fue un punto de acceso al rento de Barrachina, paraje en el término de Moya cuyas fincas de cultivo pertenecen en su mayor parte a los vecinos de Casas Bajas. Conforme se asciende por la ladera el paisaje se torna más agreste. Consta que durante la apertura de la caja de esta carretera los trabajadores, las máquinas y animales debían atarse con cuerdas, como medida de seguridad, lo que evidencia la peligrosidad de aquellas labores.

En cualquier caso es una carretera para ir con cuidado, pues las curvas y el repecho que se salva en pocos kilómetros es considerable. Arribados al punto más elevado, junto antes donde comienza el descenso por la ladera opuesta hay un área de descanso a la derecha. Merece la pena detener en este punto la marcha para acercarse hasta el quitamiedos de la banda apuesta y contemplar el magnífico panorama que se nos ofrece. A la izquierda (norte) quedan las tierras de Ademuz, a nuestros pies las hoyas del Turia, cuyos cantiles fronteros se elevan en brusca pendiente hasta cerrar el horizonte (este), en lo que son las últimas estribaciones de la sierra de Tortajada; a la derecha (sur) la vega de Santa Cruz de Moya, cuyo caserío se nos muestra encaramado sobre un montículo alomado, entorno de la mole pétrea sobre la que se alzaba su castillo medieval. Frente a la población, al otro lado del río quedan los lugares de La Olmeda (sureste) y Las Rinconadas, éste en una posición más meridional; ambas son aldeas de Santa Cruz.

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Vista general del valle del Turia y entorno, desde la cima del puerto de Las Emes, con detalle del caserío de Santa Cruz de Moya (Cuenca), al fondo (2014).

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Paisaje que rodea las hoyas del Turia aguas arriba de La Olmeda, con detalle del curso del río en la parte inferior, desde la cima del puerto de Las Emes, camino de Santa Cruz de Moya (Cuenca), 2014.


Poco más abajo del punto donde nos encontraremos hay otros lugares donde detenerse para admirar el montuoso paisaje que se nos muestra. Lo más sorprendente es que cada momento del día, cada estación del año ofrece una perspectiva distinta, incluso por la noche, en que las luces del caserío o bajo la luna llena, componen un panorama del valle todavía más singular y sorprendente, casi mágico.

Desde la cima del puerto la carreterita que venimos siguiendo avanza rápidamente, descendiendo por la ladera en repetidas curvas, hasta arribar a Santa Cruz. Antes de llegar a la población encontraremos un desvío a la izquierda, que conduce a La Olmeda y poco después de atravesar el puente que salva un riachuelo nace otro camino a la derecha, el mismo que siguiera el botánico Antonio José Cavanilles (1745-1808) en su periplo por el Rincón de Ademuz: Salí de este pueblo (Santa Cruz de Moya) por el barranco y camino de Asturias que guia para las tierras de Ademúz, y por tres quartos de hora subí la cuesta hasta llegar á las elevadas llanuras -dice el ilustrado naturalista en sus Observaciones-.[6]

Desde aquí la carreterita avanza en llano hasta llegar a Santa Cruz, cuya entrada queda a la izquierda: la vía continúa al frente en dirección Valencia, vía Aras de los Olmos, mientras que a la derecha asciende en brusco repecho, después de salvar una cerrada curva. Es por ésta por la que deberemos continuar para acercarnos hasta el monumento al maquis que pretendemos visitar. Desde este punto a la entrada del pueblo o al comienzo de la costanilla que conduce al lugar donde se asienta, la escultura aparece en la cima de un cerrito rocoso plagado de matas de romero y monte bajo. Se trata de una figura zoomorfa, cabeza angulada, ojos mirando al frente, con algo cruzado por delante. En cuestión de arte la impresión subjetiva cuenta -uno ve lo que ve, no lo que le dicen que debe ver-: aunque siempre viene bien una sugerencia. Porque realmente se trata de una paloma que tendremos que aprender a imaginar...

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Vista parcial del caserío de Santa Cruz de Moya (Cuenca), desde el acceso al "Monumento al Maquis", con detalle de la CN-330 que baja de Manzaneruela (Landete), 2014.
 
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Vista general del "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca), desde el acceso por la CN-330 (2014).


En busca del monumento al guerrillero español.
Salvados unos cientos de metros la carretera hace una amplia curva a la izquierda, dejando en la margen convexa una entrada en la ladera pedregosa. En la parte inferior derecha hay un frondoso pino y una zona vallada con mesas y árboles, no sé si membrilleros. En la zona opuesta luce una fuente de piedra de un caño. La explanada avanza en costanilla hacia la cima del cerrito, pero antes de llegar nos hallamos en una somera planicie, en cuyo extremo (fondo) hay un pilón o cubo de obra achaparrado, encalado. En el frontis luce una placa metálica con una inscripción. La mesa-altar se halla rodeada de coronas de laurel con orlas republicanas, en una de ellas se lee: Federación Socialista de Paterna, otra alude a Cataluña... La leyenda dice:

En memoria
de los guerrilleros españoles
muertos en la lucha
por la paz, la libertad y la democracia
al lado de todos los pueblos del mundo”.


Leyendo el cartel me pregunto, ¿quién, qué persona en sus cabales no suscribiría palabras tan hermosas como “paz”, “libertad” y “democracia”? Yo no albergo la menor duda de que aquellos guerrilleros luchaban por tan elevados ideales. Al mismo tiempo, sin embargo, me surge la duda de si concebían lo mismo que concebimos hoy nosotros por estos mismos conceptos Entiendo que lucharan contra el franquismo, contra el fascismo en general, pero no concibo que combatieran en pro del comunismo, esto es, por la implantación de la “dictadura del proletariado”, cuando éste supone precisamente la revocación de todo lo que dichas palabras encierran. Porque los maquis se hallaban formados básicamente por comunistas, socialistas y marxistas en general, además de anarquistas y otros grupos o personas de ideologías indeterminadas. Puede que los engañaran, y que no supieran lo que realmente estaba pasando en el utópico paraíso socialista que era entonces la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Sus dirigentes sí que lo sabían (me refiero a Pasionaria, Carrillo, y otros), pero la gente corriente, los que lucharon y murieron por estas ideas, probablemente no. 

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Detalle de la mesa-altar para las ofrendas en el "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca), con restos de coronas de laurel y orlas republicanas (2014).


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Detalle de la placa en la mesa-altar para las ofrendas en el "Monumento al Maquis"
en Santa Cruz de Moya (Cuenca), 2014.



El conocido líder anarquista Ángel Pestaña viajó a la URSS en 1920, allí conoció a los principales líderes bolcheviques y se mostró contrario a las tesis de la "dictadura del proletariado": He dicho que me repugnan las dictaduras porque creo que todo movimiento de transformación ha de dirigirse a conquistar más libertad para los pueblos y no una tiranía mayor –dice en sus libros -Setenta días en Rusia, lo que yo vi (1924)- y -Setenta días en Rusia, lo que yo pienso (1929)-, escritos a raíz de aquel viaje-.[7] Sin embargo, en plenos años cuarenta, los marxistas seguían luchando y muriendo por estas mismas ideas que “repugnaban” a Pestaña veinte años antes. Pero ello no debe extrañarnos, ya que en los años sesenta y setenta, la “gauche divine” catalana y europea seguía defendiendo lo mismo. Prueba de ello es que cuando Aleksandr Soljenitsin y otros disidentes denunciaron lo que había pasado en Rusia bajo el estalinismo –me refiero a las hambrunas y muerte de millones de personas por la deskulakización (1929-32),[8] las colectivizaciones forzadas de los koljoses (1928-33),[9] las grandes purgas de los años 1937-38, la brutalidad institucionalizada de la policía política (NKVD/KGB), los campos de trabajos forzados del GULAG[10] y la represión política y social en general-, se le criticó ad nauseam... Pero, ¿vale la pena abundar en algo que es sobradamente conocido?
            
En cualquier caso merece la pena hacer la distinción entre lo que fue el maquis como institución antifascista y las personas que lo formaron. El profesor García de Cortázar (1942-2022), catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Deusto, a propósito de las "Brigadas Internacionales" dice algo que en cierto modo podría aplicarse a las partidas españolas del maquis:
  • [...] surgidas en el seno de la KOMINTERN, fueron orquestadas por Stalin [...] Otra cosa son las intenciones individuales, en su inmensa mayoría llenas de entrega, de fe, de generosidad. Las sórdidas luchas por el poder protagonizadas por sus jefes, obcecados en la idea de que el partido comunista debía ocupar la cabeza del Frente Popular, no deben ensombrecer el idealismo de unos hombres que aún no habían descubierto la perversión estalinista de la revolución y que en una edad más propicia para el amor decidieron sacrificar su seguridad y su vida por lo que muchos creían una cuestión de dignidad: frenar al fascismo en Europa.[11]

Pretendieron frenar el fascismo bajo patrocinio comunista, sin percatarse que éste no era un ápice mejor que aquel... Alguien tan poco sospechoso de "facha" como el catedrático y político español socialista Julián Besteiro (1870-1940), hombre culto, moderado y bueno, dijo ante el tribunal que sumariamente lo juzgó: Estamos derrotados nacionalmente por habernos dejado arrastrar a la línea bolchevique, que es la aberración política más grande que han conocido los siglos... Del holocausto y la barbarie nazi y adláteres fascistas sabemos bastante por los libros y el cine; pero quizá no tanto del mundo comunista, del que sin embargo existe una amplia literatura escrita desde el mismísimo "corazón del horror" soviético -por no nombrar a los grandes autores que tempranamente perdieron su fe en la gran farsa del paraíso soviético: George Orwell (1903-1950), Arthur Koestler (1905-1983), Ralph Bates (1899-2000), etc. Con todo derecho, la novelística rusa de este tiempo constituye una grandiosa y trágica epopeya contemporánea, en la que se denuncian "todas las abominaciones cometidas en nombre de la gran utopía del siglo XX" en la patria del proletariado: la aplicación del comunismo real y su mistificación.[12] Lo paradójico es que algunas de aquellas grandes "riadas" represivas, con millones de detenidos en toda Rusia, tuvieron lugar en plena guerra civil española (1937-38) y en los momentos de máxima actividad guerrillera del maquis (1944-46).

Por detrás del pilón de la placa nace un camino de sirga protegido por una baranda de madera, todo él rodeado de matas de romero y aliagas que en este momento están en plena floración, llenando de aroma y color el sendero, el monte todo. Al final de la senda se halla el monumento al guerrillero que venimos buscando. Se trata de una estructura imponente, construida en cemento armado, que se alza sobre una base del mismo material protegida en sus lados por un cubo de metal. Pero antes de continuar con la descripción de la escultura, veamos algo acerca de su historia.

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Vista del "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca),
con detalle del caserío al fondo (2014).

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Vista postero-lateral derecha (noroccidental) del "Monumento al Maquis"
en Santa Cruz de Moya (Cuenca), 2014.


Acerca de la historia del monumento.
La propuesta de levantar un monumento en homenaje a los guerrilleros en España se inspira en uno similar existente en Prayols, L`Ariège (Francia), en memoria de los Guerrilleros Españoles que lucharon contra la ocupación alemana –inaugurada en 1982-: la idea surgió de las asociaciones de los guerrilleros españoles en el país galo, con el propósito “de reconocer y dignificar el papel jugado por los republicanos españoles en la liberación”. En el acto de inauguración del monumento francés hubo una delegación de la “Amical de Catalunya”, entre otros representes de las asociaciones de exguerrilleros de España: Y de aquel viaje partió la idea de imitar a sus camaradas franceses”.[13]
          
En una Asamblea General de la “Amical de Catalunya”, celebrada en la primavera de 1985 –12 de mayo-, figuraba "Estudiar la posibilidad de construir un monumento nacional al guerrillero" –punto 12 de sus acuerdos-. Desde ese momento, “la búsqueda de un lugar representativo y el carácter unitario de la propuesta” iban a orientar los trabajos de la asociación catalana. A propósito del proyecto del Monumento al Guerrillero, en el boletín interno de la asociación, se dice (1987):
  • "Será necesaria la participación de todas las organizaciones de exguerrilleros del estado español como las que puedan existir en Francia. Nada de impedir la colaboración entusiasta de todo el mundo para conseguir la realización en el menor tiempo posible de este monumento en un lugar digno y adecuado que sea respetado y admirado por toda la gente progresista".[14]

Realmente debería ser “respetado y admirado” por la gente sensible de buena fe, progresistas y no progresistas... Para la erección del monumento se pensó en distintos lugares y con distintos argumentos... En los Montes Universales, punto emblemático de la Península Ibérica, en tanto “allí se estableció la Agrupación Guerrillera que mejor se organizó y combatió, la de Levante y Aragón": el Cerro de San Martín era un lugar preferido, pues “Allí funcionó una de las emisoras...”–pero no resultó idóneo por su inaccesibilidad-

A mediados de enero de 1987 tuvo lugar en Barcelona una reunión de representantes de las Asociaciones de Antiguos Guerrilleros Españoles (AAGE) -Madrid, Valencia y Cataluña-: con el propósito de “profundizar en el estudio de un acto conjunto para erigir el monumento”. A finales del mismo año, la revista L`Enllaç hizo una invitación a los lectores, entidades y organizaciones, para “que nos envíen ideas sobre esta cuestión y las propuestas para la forma y ubicación del monumento”. Finalmente se propuso que el monumento se ubicara en el municipio de Santa Cruz de Moya (Cuenca), en cuya decisión influyó la investigadora Fernanda Romeu Alfaro –autora del libro Más allá de la utopía: Agrupación Guerrillera de Levante (1986)-, quien puso de relieve un hecho de la guerrilla acontecido en el paraje “Cerro Moreno” de esta localidad: “El 7 de noviembre de 1949, fuerzas de la guardia civil habían atacado el campamento donde se hallaba el Estado Mayor de la AGLA, dando muerte a doce guerrilleros. Solo se libró Francisco Bas Aguado, responsable político, que pudo huir”.

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Vista postero-lateral (noroccidental) del "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca),con detalle del caserío de La Olmeda en la vega del Turia, al fondo izquierda (2014).


Entre las resoluciones de la Asamblea de la “Amical de Catalunya” -de 14 de enero de 1988- se tomaron dos acuerdos:
1)      Para el monumento al guerrillero se hará una contabilidad propia, con cuenta específica para la suscripción.
2)      Señalar como principales actos para este año, el de Castellnou de Bages en primavera y el de Santa Cruz de Moya en el otoño. Para organizar este último se estrechará la colaboración con los compañeros madrileños y se concertarán todos los esfuerzos para hacer posible el monumento al Guerrillero.

De esta forma se iniciaron las primeras conversaciones con el Consistorio de Santa Cruz de Moya -a la sazón presidido por don Domingo Antón Tortajada-: llevado el asunto al Pleno Municipal, la propuesta fue rechazada en primera instancia, razón por la que se propusieron otras posibles localidades: Boniches, Enguídanos y Ademuz -las primeras en la provincia de Cuenca y la última en la de Valencia. No obstante, durante la Navidad siguiente se presentó de nuevo la moción, siendo en esta segunda ocasión cuando el Ayuntamiento “aceptó ceder los terrenos” para la colocación de la escultura pretendida en homenaje a los antiguos guerrilleros. En una reunión celebrada en Cuenca, “se proclamó el primer domingo de octubre como el Día del Guerrilleo Español”: el 1 de octubre de 1988 tuvo lugar en Santa Cruz de Moya una concentración de exguerrilleros, amigos y familiares venidos de distintos lugares de España y Francia.

Alocución de Raquel Pelayo en la inauguración del Monumento al Guerrillero Español en Santa Cruz de Moya (Cuenca) –6 de junio de 1991-:
  • En nombre de todas las organizaciones del A.G.E., legalizadas en España y asumiendo el sentir de los camaradas venidos de Francia y de sus respectivas organizaciones, doy las gracias a las Autoridades Democráticas por todo lo que han hecho para que fuera posible este Monumento a la Memoria de los Guerrilleros Españoles muertos por la libertad a todo lo ancho del mundo y a lo largo de la historia. Esta lucha, siempre al lado de los pueblos que han tenido de enfrentarse a la opresión, en defensa de la independencia nacional y de su propia democracia, para poder instaurar una paz justa y verdadera.// La PAZ basada en la Justicia Social.// La LIBERTAD basada en el respeto a todas las personas y a la naturaleza.// La DEMOCRACIA como organización social y política que se desarrolla con la Paz y la Libertad.// La guerrilla antifranquista en el interior de España ya existió durante la guerra civil en las zonas ocupadas por los sublevados. La resistencia contra la tiranía apoyada por el fascismo italo-germano se incrementó al estallar la segunda guerra mundial y siguió las vicisitudes de la misma al identificarse con los objetivos ideológicos de los aliados.// La sola presencia potencial de esta resistencia fue uno de los factores que contribuyeron a pretextar la neutralidad franquista durante la guerra mundial. Y una vez derrumbada la fortaleza hitleriana fue el aglutinante para las posibilidades de reconquistar la democracia también en España.// En Asturias, Cantabria, Galicia y León, en Extremadura y Andalucía, en Aragón, Catalunya y Levante, en La Mancha y en el Centro fue ampliándose la resistencia con el tesón de los hombres y mujeres que no querían doblegarse a la miseria que la tiranía les imponía, y lucharon en nombre de la legalidad democrática que el fascismo había destruido. Surgieron las grandes Agrupaciones Guerrilleras.// Aquí vinieron gran cantidad de guerrilleros que pasaron los Pirineos después de haber contribuido a la liberación de Francia. En aquel momento fue el auge de la Organización guerrillera y la gran esperanza de una cercana liberación.// La guerra fría permitió la consolidación internacional del franquismo y la guerrilla fue perdiendo todas las posibilidades de enfrentarse eficazmente a las fuerzas represivas. La necesidad de abandonar la lucha armada fue el problema más angustioso para todas las gentes comprometidas.// Hoy, al recordar a los guerrilleros muertos, queremos homenajear a la gran cantidad de paisanos, hombre, mujeres y niños, que también fueron víctimas de la represión, y que durante más largo tiempo sufrieron las consecuencias de la lucha.// Las organizaciones de los guerrilleros supervivientes, dedicamos este Monumento a todo el pueblo español, del que formamos parte. Y como está enclavado en este lugar concreto del municipio de Santa Cruz, con la seguridad de que sabrán cuidarlo y hacerlo respetar. Porque es el símbolo de los sacrificios que el pueblo español ha tenido que hacer, en todos los tiempos históricos, para defender su PAZ, luchar por su LIBERTAD y recuperar la DEMOCRACIA.// Con un abrazo fraternal al Alcalde de Santa Cruz de Moya, que representa a todo el pueblo, hago la transmisión simbólica del Monumento.[15]

Como fuera de esperar, el discurso de inauguración del "Monumento al Maquis" se halla lleno de buenas intenciones, pero hay afirmaciones que podrían ser objeto de polémica, aunque no creo sea éste el momento ni el lugar para objetarlas y comentarlas con profundidad. Por ejemplo, en lo que hace a la vergonzante liquidación y desmantelamiento del “maquis comunista” por orden de Stalin, y del responsable de su ejecución en el interior –me refiero a Santiago Carrillo. Se alude aquí a que "La necesidad de abandonar la lucha armada fue el problema más angustioso para todas las gentes comprometidas" -pero lo cierto es que no hubo ninguna decisión angustiosa que tomar, ya que fue impuesta, pues "la descomposición de las agrupaciones guerrilleras se organizó desde París, desde donde Carrillo envió a miembros de su aparato especializados en esos menesteres" -comenta el célebre político y militar español Enrique Lister (1907-1994) en su obra "Así destruyó Carrillo el PCE" (Barcelona, 1983).[16] Porque en la liquidación del maquis el "mérito" no fue sólo de la Guardia Civil y demás fuerzas de orden público del franquismo...

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Vista posterior del "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca), 2014.

Acerca del monumento: el autor y su obra.
Respecto a la financiación, “se abrieron suscripciones e incluso llegó a convocarse un concurso de ideas, que quedó desierto”. Hubo negociaciones con las instituciones públicas (Raquel Pelayo). El diputado socialista (Nabor León Sánchez) y el Presiente de la Diputación de Cuenca (Julián Córdoba), apoyaron el proyecto.

El escultor elegido para la construcción del monumento fue Javier Florén Bueno, que lo diseñó y “fabricó” en la Escuela Taller de Moya, de la que era director el alcalde de Moya (Rafael Argudo). Referente a la escultura, dice su autor:
  • El tema de este monumento, me inspira a la realización de esta escultura zoomórfica; paloma, símbolo de la paz, que al tiempo se asemejan a dos manos unidas. Dos elementos que se acoplan y forman una unidad. Una hermandad que habla de la unidad de los pueblos de España.// Su carácter fuerte, robusto y al tiempo etéreo, como un peine que acaricia el viento, viene reforzado por el material elegido para su realización.// El cemento armado, material duradero que con el tiempo se mimetizará con el paisaje y sus rocas, cogiendo de éstas sus líquenes y musgos. Haciendo de esta escultura algo siempre vivo.// Las dimensiones están pensadas para que sean armónicas con el espacio que ocupará. Aproximadamente 3x3x3 m.

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Detalle de la firma del autor en el "Monumento al Maquis" -Javier Florén Bueno (1955-1998)- en Santa Cruz de Moya (Cuenca), fallecido en Chiva (Valencia), en dramáticas circunstancias (2014).


Respecto del artista, en un artículo de la edición impresa de El País -el 28 de agosto de 1998-, se dice:
  • Javier Florén Bueno murió en Chiva el pasado domingo en una de esas fiestas que celebran estos días todos los pueblos de España y que en demasiadas ocasiones acaba en una tragedia que tiene como protagonista al toro. Una terrible cornada, [...] acabó para siempre con este artista de 43 años. Aunque Javier Florén contaba con una amplia trayectoria de exposiciones colectivas e individuales y su obra estaba representada en el Museo de Arte Contemporáneo de Elche y en la Fundación Pagini de Milán, sus formas metálicas pueden encontrarse también en algunos de los bares con escenografías más vanguardistas de la ciudad a los que, para ganarse el pan, Javier aportó el pálpito de sus estremecidos hierros. Toda muerte es horrorosa. Cervantes, claro, lo decía mejor: “La figura de la muerte, en cualquier traje que venga, es espantosa”. La muerte de Javier Florén vino vestida de toro y, más allá del espanto, estoy convencido de que quienes le conocieron han sabido ver en ella los fantasmas que alumbraron su obra: inquietantes mosquitos, sorprendentes camarones, angustiosos pescados, prodigiosas pulgas, penitentes cangrejos ermitaños, malditos toros de la muerte. [...] En esa aciaga mañana de agosto no pudo ser, la caricia confiada con la que el escultor siempre se había acercado a la representación del animal pudo más en él que la prudencia ante el monstruo real. Falló el distanciamiento, lo siniestro se impuso al arte y la fiesta termino en suceso. La figura corpulenta y un tanto achaparrada de Javier Florén tenía un aire a mitad de camino entre el herrero medieval y el clérigo ilustrado...[17]


Continuación de la visita al monumento.
Como se dice arriba, “Se trata de una estructura imponente, construida en cemento, que se alza (en la cima del cerrito frontero a Santa Cruz, al noroeste del caserío) sobre una base del mismo material protegida en sus lados laterales por un cubo de metal”. El propio escultor nos da las claves para su interpretación, pues su inspiración le llevó a diseñar una “escultura zoomórfica” bajo la forma de una paloma, bíblico “símbolo de la paz” y de la concordia veterotestamentaria entre Dios y los hombres, ave que a la vez semeja “dos manos unidas”, “elementos que se acoplan y forman una unidad”. Con estas palabras entrecomilladas el artista pretende representar “la unidad de los pueblos de España”. La escultura impresiona por su solidez, en lo que colabora el cemento armado que la compone, y ello no obstante su inmaterialidad, “como un peine que acaricia el viento”. El propósito a la hora de elegir el material es que mimetice “con el paisaje y sus rocas, cogiendo de éstas sus líquenes y musgos”, para que sea “algo siempre vivo”. Esto es lo que el artista pretendió plasmar en su escultura en homenaje al guerrillero... Sin embargo, en el catálogo de una exposición, el mismo autor utiliza una cita del escultor rumano Constantin Brancusi (1876-1957), en la que dice: “Las obras de arte son espejos en los que cada uno ve reflejado aquello que se le asemeja”.[18] Siguiendo este principio, cada espectador o visitante del monumento al maquis verá en la escultura cosas distintas, “aquello que se le asemeja” o tal vez lo contrario; pues una cosa es lo que el artista ha pretendido representar y otra lo que cada cual vea. De ahí que resulte ocioso decir al espectador lo que debe ver...

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Detalle del "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca), 2014.

Guerrilleros del maquis: ¿héroes o villanos?
Cualquiera puede opinar sobre lo que fue el maquis español y sus guerrilleros, con una condición: la de informarse antes de lo que realmente fue, de sus causas y consecuencias. Para ello disponemos de una extensa y bien documentada bibliografía. Conviene diferenciar, no obstante, lo que fue el maquis (organización) de las personas que lo formaron (guerrilleros). Además, las denominadas “guerrillas antifranquistas” no pueden estudiarse separadamente de la Guerra Civil (1936-39) y del origen de ésta, la II República (1931-36), ya que fue el fracaso de la segunda lo que propició el golpe de Estado derechista y la contienda bélica: intentar culpar exclusivamente a la derecha del colapso de la República es una simpleza, pues en su fracaso intervino tanto la ofensiva de la derecha como de la izquierda (incluyendo en ésta a los anarquistas y separatistas, que también la atacaron). De la misma forma, el desarrollo de la guerrilla se vio condicionado por la Segunda Guerra Mundial y por lo que sucedió después. Todo esto son cosas obvias, y lo obvio no necesita demostración. Ello no significa que pueda haber otras interpretaciones... En cualquier caso digo lo que el escritor, filósofo y poeta estadounidense Ralph Waldo Emerson (1803-1882): [Señor] No me dejes caer en el vulgar error de soñar que soy perseguido cada vez que alguien me contradice...

Asimismo, no cabe confundir los hechos –sus causas y consecuencias- con su interpretación. Pues la exégesis de la Historia, en última instancia es siempre política. Es decir, cada cual tenderá a interpretar y justificar los acontecimientos según los intereses de su base ideológica, esto es, "arrimando el ascua a su sardina": de forma que donde uno ve luces otro verá sombras. Por esto la actuación de los guerrilleros españoles de la posguerra como grupo no debe interpretarse de forma unidireccional o maniquea, como la propia de héroes/villanos, sino como víctimas de las azarosas y trágicas circunstancias políticas y sociales que les tocó vivir. Otra cosa fue la actuación particular de cada uno..., en cuyo análisis pormenorizado encontraríamos seguramente muchos claroscuros. Tal el caso del asesinato del alcalde de El Cuervo (Teruel) –don Pedro Gómez Egido, de 41 años- y de su esposa -la señora Ignacia Jiménez Argilés, de 35 años- ocurrido el 13 de febrero de 1948,[19] el atentado contra la central hidroeléctrica de Castielfabib del 18 de mayo de 1946[20] o la anécdota ocurrida al señor Antonio Álvaro Cortés (a) el Chavo de Ademuz en una posada de Arroyofrío (Teruel)[21] -por poner tres ejemplos extremos ocurridos en la zona.

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Vista antero-lateral izquierda (suroriental) del "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca), 2014.

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Vista del valle del Turia desde el "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca), con detalle del caserío de La Olmeda al fondo y de la vieja CN-330 que conduce para las tierras de Ademuz, a la izquierda (2014).

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Vista del valle y camino que conduce al rento de Asturias desde el "Monumento al Maquis" en Santa Cruz de Moya (Cuenca), por donde el célebre botánico valenciano Antonio J. Cavanilles subió hacia las tierras de Ademuz, en 1792 (2014).

Palabras finales.
La erección de una escultura en homenaje a los guerrilleros españoles del maquis resulta una idea digna de aplauso, de la misma forma que fue un acierto su ubicación geográfica (física) en un agreste cerrito frontero de Santa Cruz de Moya (1991), humanizando el paisaje. Fue erigido “In memoriam” de los guerrilleros muertos en su lucha –particular, desigual- contra el régimen autoritario surgido tras la incivil contienda.

Se trata de un monumento funerario, a la vez que tumba vacía, en el que el heroísmo de los caídos se conmemora mediante un breve epitafio. El texto dice de “paz, libertad y democracia”, nobles palabras cuyo contenido responde a una querencia distinta de la actual, pues aquellas ansias abocaban a la “dictadura del proletariado”, justamente su antítesis. Ello no es óbice para negarles su homenaje a aquellos hombres y mujeres que sinceramente creyeron que aquello era lo mejor, lo más justo y deseable; pero estaban equivocados, ¡los engañaron! Su evocación debería recordarnos que los seres humanos hemos de luchar siempre por lo que creamos mejor en cada momento, aunque estemos errados. ¡Sus oponentes, posiblemente hicieron lo mismo, aunque hoy sabemos que también estaban extraviados!

Aquí, en este monumento al maquis, no se ha adoptado la cruz cristiana como símbolo de muerte, perdón y esperanza, se ha elegido una “paloma de la paz”, que en la cultura occidental encarna la concordia entre los hombres, de la misma forma que aquella paloma que regresó al arca de Noé tras el diluvio –portando un humilde ramito de olivo en el pico-, encarnaba la amistad entre Dios y sus criaturas. Tumba-memorial en la mejor tradición francesa, lugar de evocación y de culto laico, colectivo y de peregrinación republicana, que revela ante todo una idea justa, un sentimiento noble y generoso, aunque no en exclusiva, ya que con la misma devoción se puede peregrinar al monumento al maquis de Santa Cruz y a la Virgen de Tejeda en Garaballa. Ambas romerías son compatibles, pues lo ideológico no quita lo piadoso... Otra cosa será la utilización que se haga del monumento y de su significado –que debiera servir para rememorar lo mejor del pasado, fomentando la concordia y la unidad entre españoles-; pues conviene saber que las ideas y los hechos suelen tener consecuencias.

Las pintadas que periódicamente sufre el monumento evidencian que no todos están de acuerdo con lo que representa. A los contrarios cabe decir que en una sociedad abierta, plural y democrática como aspira a ser ésta -me refiero a la española-, cada persona, cada grupo social, político, religioso o de cualquier idiosincrasia, tiene derecho a elegir a sus héroes y mitos, a sus mártires y santos...

Personalmente, apuesto por la investigación y el estudio serio de la Historia, de la Historia sin apelativos, que es la única que conduce al conocimiento objetivo –imparcial y ecuánime- del pasado; no por el estudio de una “historia selectiva” y de perenne afeamiento del contrario, ya que ésta sólo lleva a la parcialidad y al fanatismo. No se puede entender la guerra civil como una historia de “buenos” y “malos”, ni proyectar políticamente la presunta “bondad” o “maldad” de los bandos contendientes sobre el futuro. La inmensa mayoría de los actuales españoles no vivimos la incivil contienda de nuestros padres y abuelos, que no fue más que el fracaso de la injusta sociedad de su tiempo, un tiempo en el que naufragaron las democracias europeas y la única salida parecía ser el totalitarismo fascista o comunista: “Ocurrió hace más de sesenta años, pero aún sigue despertando retrospectivas interesadas y adhesiones líricas. Ocurrió hace casi setenta años, pero aún hay quien manipula su rumor de sangre y aspira a verla con rescoldos de rencor”.[22] Porque no conviene engañarse, la guerra española no fue una lucha de la democracia contra el fascismo -como algunos pretender hacernos creer-: la guerra civil fue una lucha entre una o varias revoluciones y una contrarrevolución. Ganó la “contra” y perdimos todos..., la mayoría de los ciudadanos y la propia nación española. Nunca sabremos lo que hubiera sucedido de haber ganado la revolución: el cualquier caso resulta difícil pensar que se hubiera podido recuperar el espíritu de la IIª República, tampoco resulta probable que hubiera podido instaurarse un régimen comunista; las democracias europeas no lo hubieran permitido...

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Vista parcial del caserío de Santa Cruz de Moya (Cuenca), desde el "Monumento al Maquis", con detalle del camino que asciende al lugar, por debajo de la CN-330 (2014).

En suma: lícitamente, uno puede ser partidario de una u otra forma de Estado o de Gobierno, siempre que sea democrático. Lo que no concierta con la realidad histórica es añorar, santificar ni idealizar la IIª República Española ni su espíritu: quien lo haga desconoce realmente lo que fue y las causas que la hicieron zozobrar, además de sus consecuencias. Pero ésta es solo mi opinión, y las opiniones son libre. Vale.








[1] Cf. Wikipedia, voz Santa Cruz de Moya.
[2] ARCAYA, José Antonio. XII Jornadas “El maquis en Santa Cruz de Moya”, en Nueva Tribuna.es, del 8 de noviembre de 2011.
[3] PERIS, Manuel. Muerte de un artista, en El País, viernes 28 de agosto de 1998.
[4] <Por resolución del Ministerio de Obras Públicas de 22 de octubre de 1956, se adjudicó la obra de terminación y acondicionamiento del trozo 6º (Puente sobre el río Turia, en Santa Cruz de Moya) al único postor F. Gil Garrido Oliver, de Burjasot (Valencia), por el precio de 7.648.000 pesetas, con un plazo de ejecución de 40 meses> Cf. Ricardo Fombuena Vidal, Guadalturia. La poesía de nuestro río, Ediciones Rodilla, Madrid, 1993, p. 47.
[5] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2011). El expolio de la iglesia de Casas Bajas durante la revolución, con detalle de los daños, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, 2011, vol. IV, p. 286.
[6] CAVANILLES, Antonio José. Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos, Madrid, 1797, vol. II, párrafo 100, pp. 72-73.
[7] Cf. Wikipedia, voz Ángel Pestaña.
[8] Cf. Wikipedia, voz Deskulakización.
[9] Cf. Wikipedia, voz Colectivización en la Unión Soviética.
[10] Cf. Wikipedia, voz Gulag.
[11] GARCÍA DE CORTÁZAR, Fernando (2004). Los mitos de la Historia de España, Edita Planeta Historia y Sociedad, Quinta edición, Madrid, p. 312.
[12]  KRAVCHENKO, Víctor. Yo escogí la libertad (1946); GROSSMAN, Vasili. Vida y destino (1959); CONQUEST, Robert. El Gran Terror: las purgas de Stalin de los años treinta (1968); SOLJENITSIN, Aleksandr. Archipiélgo gulag (1973); SERGE, Víctor. El caso Tuláyev; SHALÁMOV, Varlam. Relatos de Kolymá; El libro negro del comunismo, obra de investigación conjunta, editada por Stéphane Courtois (1997); etc.
[13] La Gavilla Verde: Asociación sociocultural.
[14] CÉSPEDES, A. Pensando en el Monumento al Guerrillero, en: revista L'Enllaç, boletín interno de la Amical de Catalunya dels Antics Guerrillers Espanyols a França, noviembre-diciembre de 1987.
[15] La Gavilla Verde: Ibídem.
[16] Enrique Lister Forján (1907-1994), a propósito de la liquidación de la guerrilla comunista, dice en su obra citada: <En vez de darle un contenido político a la disolución, se prefirió disolverlas a escondidas, introduciendo en los destacamentos la intriga, las rivalidades y la provocación para encontrar la justificación de la liquidación. La descomposición de las agrupaciones guerrirlleras se organizó desde París, desde donde Carrillo envió a miembros de su aparato especializados en esos menesteres. [...] Para Carrillo las guerrillas no eran más que uno de los medios en sus manejos hacia la jefatura del Partido>: ésta es su opinión escrita, que no palabra de Dios; pues Lister no deja de ser un personaje histórico complejo y controvertido -estalinista convencido y anti-anarquista por vocación durante la guerra civil-.
[17] PERIS, Manuel. Muerte de un artista, edición impresa de El País, del viernes, 28 de agosto de 1998.
[18] Ibídem.
[19] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2000). Aproximación a la historia de la villa de El Cuervo y su parroquial, Edita Ayuntamiento de El Cuervo (Teruel), Valencia, pp. 61-63.
[20] CARRASQUER ZAMORA, José (2011). Los comienzos de la electricidad en Teruel (1889-1936), Teruel, p. 57.
[21] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Anecdotario rinconademucense (y II), en la web Desde el Rincón de Ademuz, del martes 1 de enero de 2013.
[22] GARCÍA DE CORTÁZAR (2004), p. 313.

BIBLIOGRAFÍA GENERAL RECOMENDADA:

ARASA, Daniel (1984). Años 40: los maquis y el PCE, Arcos Vergara, Barcelona.
AROSTEGUI, Julio y MARCO, Jorge (2008). El último frente. La resistencia armada antifranquista en España (1939-1952), La Catarata, Madrid.
BUREN, Rubén (2010). Maquis. Teatro. Ed. Tiempo de Cerezas, Madrid.
DOMINGO, Alfonso (2002). El canto del búho, Oberon, Madrid.
MARCO, Jorge (2012). Guerrilleros y vecinos en armas. Identidades y culturas de la resistencia antifranquista, Granada. 
_ (2010). Hijos de una guerra. Los hermanos Quero y la resistencia antifranquista, Granada.
MARÍN SILVESTRE, Dolors (2002). Clandestinos. El maquis contra el franquismo, Edita Plaza & Janés, Barcelona.
MORENO GÓMEZ, Juan Bernardo y ROMERO NAVAS, José Aurelio (2012). Bibliografía de guerrilla. Publicaciones sobre el fenómeno del maquis antifranquista, Tiempo de Cerezas Ediciones.
PONS PRADES, Eduard (1972). Guerrillas españolas (1936-1960), Editorial Planeta, Barcelona.
ROMEU ALFARO, Fernanda (1987). Más allá de la utopía: Perfil histórico de la Agrupación Guerrillera de Levante, Edicions Alfons El Magnànim, Valencia.
SÁNCHEZ AGUSTÍ, Ferran (1999). Maquis a Catalunya. De la invasió de la vall d'Aran a la mort del Caracremada, Pagès Editors, S.L, Lleida.
SERRANO, Secundino (2001). Maquis. Historia de la guerrilla antifranquista, Edita Temas de Hoy, Madrid.
YUSTA RODRIGO, Mercedes (1999). La guerra de los vencidos. El maquis en el Maestrazgo (1940-50), una historia silenciada, Zaragoza. 
_ (2003). Guerrilla y resistencia campesina. La resistencia armada contra el franquismo en Aragón (1939-1952), Prensas Universitarias de Zaragoza, Zaragoza.


martes, 1 de abril de 2014

LA PASIÓN DE JESÚS DE NAZARET EN EL RINCÓN DE ADEMUZ (y II).


Una lectura comentada,
a propósito de su representación en Ademuz.






Escena V: La noche de la Pasión.
Cuadro 1º.- Una vez apresado, Jesús es llevado ante el tribunal del Sanedrín, máximo órgano de la jurisdicción religiosa entre los judíos. Allí se hallaban los magistrados y algunos testigos falsos convocados por Caifás: el propósito era condenar a Jesús en un juicio sumario y sin garantías. Pedro y Juan seguían de lejos a Jesús. Como Juan era conocido del Sumo Sacerdote le dejaron entrar en el lugar donde estaba reunido el Tribunal, pero impidieron el paso a Pedro, al que la portera del recinto identificó como uno de los seguidores de Jesús. Pedro lo niega: “No lo soy” –y ante la insistencia de la portera, exclama: “¡Déjame en paz!”. La perícopa de las negaciones de Pedro constituyen una invitación a los cristianos de ayer, de hoy y de siempre a preguntarnos por las veces que negamos a Cristo. A Cristo le negamos cada vez que rechazamos al prójimo, cuando miramos hacia otro lado ante la indigencia espiritual, material o intelectual de los demás, cuando nos falta caridad y escurrimos el bulto argumentando que eso es cosa de las instituciones del Estado...


"Sus heridas te han curado": Jesús es apresado y llevado ante el Sanedrín...
(Ademuz, 2013).
  
Cuadro 2º.- La acción tiene lugar en el balcón de la Casa Abadía -antigua casa de los Eced-, que recae sobre la calle de san Vicente y plaza del Ayuntamiento… El juego de luces y la vestimenta de los actores colaboran en dar especial fuerza dramática a su desarrollo. Se trata del juicio de Jesús en el Sanedrín. La sesión la abre Caifás, que expone el motivo de la reunión, juzgar a “un delincuente y un revolucionario peligroso”. La sentencia está dictada de antemano: “Ya sabéis que debe morir”. Nicodemo protesta, sin conocer los cargos “no se puede condenar a nadie” –y pide un juicio justo-. Caifás vuelve a la carga, reprochando a Nicodemo que se fíe antes de las palabras de un simple carpintero que de las suyas: “¿También a ti te ha engañado como a esos ignorantes seguidores suyos?” –pregunta lleno se soberbia-. En relación con su oficio, a Jesús sólo se le nombra una vez en todo el Nuevo Testamento como “carpintero”, otra vez como “el hijo del carpintero” y otra como “el hijo de José”. Es razonable pensar que aprendiera el oficio del padre, pero realmente no sabemos con seguridad qué tipo de carpintero era (ebanista, de taller, de armar…), pues como tantas otras cosas referidas al Jesús histórico, la profesión que se le adjudica “pende de un hilo”.[1]

"Sus heridas te han curado": Detalle de Caifás y algunos fariseos durante el juicio de Jesús
en el Sanedrín... (Ademuz, 2013).

Siguiendo con la farsa del juicio, José de Arimatea está con Nicodemo: “Somos jueces, no verdugos” –dice convencido-. Sin pruebas antes los razonamientos expuestos, Caifás decide abreviar el juicio: “pasaremos a escuchar a los testigos”. Los falsos testigos declaran ante el tribunal, se contradicen y en cualquier caso lo que dicen “no es motivo para condenar a nadie” –dice el de Arimatea-. Cuando Caifás pregunta a Jesús si Él es el Mesías, “el Hijo de Dios”, Jesús responde: “Tú lo has dicho, Yo soy”. El Sumo Sacerdote no necesita más: ¡Blasfemo! ¡Ha blasfemado! –exclama ufano-. Un fariseo agrega: “Un simple obrero sin estudios. ¡Y se cree Dios! ¡Qué delito! ¡Que muera!” No sabemos qué estudios tenía Jesús, pero alguno tenía, pues leía en la sinagoga los textos sagrados, escritos en hebreo bíblico, lo que indica que debía poseer algún estudio, aunque quizá no los superiores, reservados a los judíos de clase alta…Pero sí, Jesús era un obrero que trabajaba con las manos. Tras las palabras de Caifás la emprendieron con Jesús: “comenzaron a escupirle y a darle golpes y se burlaban de Él tapándole los ojos”. Los servidores del templo se divertían propinándole golpes, guantazos y burlándose…: Jesús “Está ya bebiendo el cáliz que le ha dado a beber su Padre”.


"Sus heridas te han curado": Jesús ante el Sanedrín...
 (Ademuz, 2013).

"Sus heridas te han curado": Detalle de Jesús ante el Sanedrín...
(Ademuz, 2013).

"Sus heridas te han curado": Detalle de fariseos en el Sanedrín...
(Ademuz, 2013).

Cuadro 3º.- Pedro es reconocido como uno de los seguidores de Jesús, lo delata su aspecto -el vestido o la forma de hablar-: Galilea está en la zona norte de Palestina y sus gentes tendrían un acento peculiar, como sucede en la España de hoy con los andaluces, catalanes o gallegos, cuyo dejo descubre su procedencia. Pero Pedro negó hasta tres veces a Jesús: “Pero, ¿qué decís? No sé qué queréis decir con eso. Yo no conozco a ese hombre. Dejadme tranquilo”. Y llegó a jurar por Dios que no le conocía… A todo esto está amaneciendo y Pedro ve acercarse a María, “Refugio de pecadores”: “Pedro, Jesús te ha perdonado. Sí, Yo lo conozco bien, Él te ha perdonado. No pienses más en ello” –le consuela con afecto-. El arrepentimiento implica esperanza, expectativa que nace de la fe… Judas podía haber acudido también a María, pero su falta de fe se lo impidió –como decía William Shakespeare (1564-1616): No confiéis en quien haya perdido la fe... -curiosamente el dramaturgo era un católico en un país anglicano, y muchos ingleses ni lo saben.


            Escena -VI: Viernes Santo.
Cuadro 1º.- Amanece sobre Jerusalén, es la mañana de Pascua. Podemos ver a Jesús maniatado, lo conducen ente el prefecto romano, Poncio Pilato, que temporalmente reside en la Torre Antonia -aunque su residencia habitual es Cesarea Marítima-,[2] con jurisdicción en Judea, Samaria e Itumea. Los fariseos solicitan audiencia al funcionario romano, traen a un malhechor, quieren que lo juzgue y manifiestan urgencia. El guardia los invita a pasar, los fariseos se niegan, arguyendo: “Quedaríamos impuros y no podríamos celebrar nuestros ritos sagrados”. Lo que realmente les cubre de impureza es llevar a un hombre íntegro para ser juzgado –“Traman la muerte del Inocente…, pero eso no les remuerde la conciencia”-, quizá porque carecen de ella; para sentirse puros les basta cumplir normas y realizar ceremonias... 

Los fariseos eran un grupo judío cuyo origen se remonta a la cautividad en Babilonia (siglo V a.C), pero su constitución como partido político data de la rebelión de los Macabeos contra el imperio Seleúcida (siglo II a.C). Fueron coetáneos de otros conocidos grupos judíos, como los saduceos, esenios y zelotes. Tras la caída de Jerusalén y la destrucción del Templo por los romanos (año 70 d.C), se hicieron con el control del judaísmo oficial, llevando el culto a la sinagoga o "casa de reunión". Los rabinos que compusieron los distintos Talmud (tradición oral) tienen su origen en los antiguos fariseos.[3]


"Sus heridas te han curado": Jesús es llevado ante Pilato... (Ademuz, 2013).

"Sus heridas te han curado": Jesús ante Poncio Pilato,  prefecto de Judea, Samaria e Itumea... (Ademuz, 2013).

Pilato inquiere por la acusación contra el reo; sin más argumento le dicen que es un malhechor, un delincuente: “Los romanos no juzgamos a nadie si no hay pruebas –indica el prefecto-. Tomadle vosotros y juzgadle según vuestra ley”. Pero ellos ya le han juzgado y sentenciado: “Debe morir”. Pilato insiste: “¿De qué lo acusáis?”. Los fariseos continúan con sus imputaciones de amotinamiento, agitación, revolucionarismo… Silverio, asesor de Pilato, contra argumenta que Jesús es persona pacífica: “Hace cinco días entró en la ciudad montado sobre un borrico y la gente se aglutinó a su alrededor… Es verdad que arrastra a las masas. Pero sin importancia…”. Pilato piensa en Jesús como en un “revolucionario moralista”, idea que su asesor le confirma: “Sí, pacifista de esos. No causa problemas”.

Los fariseos contraatacan: “solivianta al pueblo y prohíbe pagar tributos al César” –éste es un punto sensible, que Pilato no puede dejar pasar-: “¿Cómo? ¡Eso es un delito!”. Pero Silverio desbarata el falso testimonio: “Mienten. Tus guardias estaban presentes. Él paga los impuestos y sus discípulos también”, y relata el episodio de la moneda con la efigie de César: “Dad al César lo que es del César...”. Caifás, que debe conocer las preocupaciones políticas del prefecto, arguye: “Se declara Rey. Lo hemos hallado diciendo que Él es el Rey de Israel, el Rey de los judíos”. La pesadez y la insidia de los judíos incomodan a Pilato, no es extraño que le dieran dolor de cabeza.

"Sus heridas te han curado": Detalle de Poncio Pilato y Silverio, su asesor...
(Ademuz, 2013).


"Sus heridas te han curado": Poncio Pilato y Silverio, su asesor...
(Ademuz, 2013).

Pilato es un romano culto, del orden ecuestre, y por su función como prefecto (mantener el orden social, hacer justicia y recaudar impuestos para Roma), debía conocer bien todo lo referente a las expectativas judías, sus leyes y costumbres, y singularmente el fondo político de todo ello. Además, su situación en Roma pendía de un hilo y no quería correr ningún riesgo... Aunque sabía que Jesús no era un revolucionario político, más bien un idealista que predicaba “sobre Dios, el bien y la justicia” –lo que no suponía ninguna amenaza para Pilato-. Aunque con los judíos nunca se sabía...

Ante la autoridad de Pilato, Jesús aparece “hecho una miseria” por los malos tratos que le había dado tras el juicio del Sanedrín. Pilato pregunta a Jesús: “¿Eres Tú el rey de los judíos? No sabemos en qué lengua se dirigió el prefecto al Señor, quizá en griego, pues probablemente era la única lengua que ambos tenían en común. Pilato hablaría latín, su lengua materna, y también griego, la lingua franca del imperio, pero difícilmente hablaría arameo y menos hebreo, la lengua de los libros sagrados de los judíos... Jesús hablaba arameo, leía y entendía el hebreo bíblico, al menos los Tárgumim (=traducciones del hebreo bíblico al arameo), y probablemente algo de griego. A fortiori, podemos imaginar que el interrogatorio debió realizarse por intermedio de un traductor... Jesús le responde: “¿Dices eso por tu cuenta o lo dices por lo que acabas de oír?”. Replica Pilato: “¿Acaso soy yo judío? ¡Yo no entiendo de vuestras cosas! ¿Qué has hecho?”. Aparentemente, Pilato se contradice, dice que no sabe de las cosas de los judíos, pero es obvio que sabía mucho de ellos, quizá no en detalle, pero sí de sus peculiaridades y conflictividad: “Si fueras un agitador se habrían puesto de tu parte..., son los tuyos los que te traicionan... ¿Qué es lo que has hecho?”. 

El interrogatorio continúa, pero no hay entendimiento entre las partes. Jesús dice que su reino “no es de este mundo” y que es rey, “yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad”. No, no había posibilidad de que Pilato y sus asesores pudieran comprender lo que decía, por eso pensaron que era un “lunático”, una persona extravagante y perturbada, ¿qué otra cosa podía ser? En cualquier caso era “un pobre hombre” inofensivo... El sentido común del asesor le aconseja dejarlo libre; Claudia Prócula, esposa del prefecto, interviene también: “No te metas con este justo, no le hagas mal” -pues esa misma noche había soñado con Él y sabía de su inocencia y bondad-. El consejero insiste en que le deje libre: “Este hombre no ha hecho nada grave, no hay rebelión alguna...”, la situación que más podía temer el funcionario romano. 

"Sus heridas te han curado": Detalle de Poncio Pilato y Silverio, durante el juicio de Jesús... (Ademuz, 2013).

"Sus heridas te han curado": Detalle de Poncio Pilato y Silverio, con Jesús...
(Ademuz, 2013).

En ese momento los fariseos comienzan a pedir el indulto de Barrabás..., pues para la Pascua se liberaba algún condenado. De existir esta tradición, no está claro si era judía o romana, pues no está acreditada fuera del texto evangélico. En cualquier caso Barrabás (=Bar Abba, que en arameo significa "Hijo del Padre"), se nos muestra como una antítesis de Jesús, esto es, un mesías guerrero y violento, quizá un zelote que había participado en una rebelión armada contra los romanos, y que en los Evangelios se define como "preso famoso" (Mateo), "bandolero" (Juan) u "homicida" (Marcos y Lucas). Pilato pregunta por el tal Barrabás y su asesor (Silverio) se lo explica: “Barrabás es el jefe de los rebeldes galileos... Es un bandido peligroso”. El prefecto sabe que este tipo de sediciosos puede complicarle la vida, por eso les ofrece liberar a Jesús en lugar de a Barrabás -a nosotros se nos ofrece también esta disyuntiva en nuestra forma de ser y actuar en la vida: elegir una actuación pacífica (como la de Jesús, que pone la otra mejilla) o violenta (como la de Barrabás, que agrede y mata para reivindicar lo que cree su derecho: tal el caso de los terroristas de toda laya)-, pero Caifás es tajante: “¿A ése no! ¡A Barrabás! El resto de judíos clama por Barrabás y ante el tumulto que empezaba a formarse, pregunta: “¿Y qué hago con Jesús, llamado Mesías?”. Sin vacilar, Caifás exclama: “¡Crucifícalo!”. Los judíos claman: “¡Crucifícalo!”, ¡Crucifícalo!”, ¡Crucifícalo!”. Pilato todavía no está decido y pregunta: “Pero, ¿qué mal ha hecho? No encuentro en Él delito alguno”. Los judíos insisten: ¡Crucifícalo!”. 

Pilato sabe perfectamente que Jesús es inocente, que las acusaciones de los judíos carecen de fundamento, de ahí que para conformarles mande azotarlo, “para corregirle” y después liberarlo. Pilato duda, no quiere crucificar a Jesús porque le sabe inocente, pero le hace flagelar, un castigo en absoluto baladí, pues la flagelación romana era terrible, “un suplicio de esclavos” que fácilmente podía conducir a la muerte. En su conjunto, el episodio de Barrabás podría interpretarse como una alegoría, en la cual la liberación del pecador (bandolero, homicida, preso famoso) Barrabás podría representar la liberación de la Humanidad doliente del pecado original (de Adán y Eva) mediante la crucifixión y muerte de Jesús.[4] En su lucha política, el Mahatma Gandhi (1869-1948) eligió la forma de actuación propuesta por Jesús, mientras que los terroristas en general eligen la de Barrabás. La pregunta que debemos hacernos es a quién elegiríamos nosotros que liberara Pilato, ¿al pacífico Jesús o al violento Barrabás? Ya que como puede verse elegir a uno u otro tiene sus consecuencias en el quehacer diario...


"Sus heridas te han curado": Detalle de Poncio Pilato y Silverio, su asesor... (Ademuz, 2013).

"Sus heridas te han curado": Detalle de Poncio Pilato y Silverio, con Jesús... Claudia Prócula, esposa del prefecto, interviene también: “No te metas con este justo, no le hagas mal” (Ademuz, 2013).

El filósofo judío Filón de Alejandría (20 a.C-45 d.C) se refiere a Poncio Pilato como un hombre «de carácter inflexible y duro, sin ninguna consideración». Más aún, según este autor, el gobierno de Pilato se caracterizaba por su «corruptibilidad, robos, violencias, ofensas, brutalidades, condenas continuas sin proceso previo, y una crueldad sin límites». Por eso resulta extraño que se compadezca de Jesús y sólo mande azotarle, en vez de crucificarle directamente. 


"La flagelación de Jesús" (1880), obra de William Adolphe Bouguereau (1825-1905)
[Tomado de Wikipedia, La enciclopedia libre].


"Sus heridas te han curado": Detalle de Jesús en el Pretorio, tras la flagelación...
(Ademuz, 2013).

Los soldados que custodian a Jesús parecen ociosos y con ganas de distraerse... “Trenzan una corona de espinas y le ponen un manto y una caña simulando un cetro regio. Y le escupen, y se burlan de Él doblando la rodilla, saludándolo como rey y dándole golpes...”. Después de flagelarle, Pilato muestra a Jesús a los judíos: “Ecce Homo. Aquí tenéis al hombre”. Pero los judíos no se compadecen del estado de Jesús tras la flagelación, insisten en que lo crucifique. Pilato ya no sabe qué hacer, confuso quizá ante la dureza de corazón de los judíos. Pero tampoco es capaz de liberarle ni de protegerle, cual era su función, su obligación; prefiere entregarlo a sus apresadores para que lo crucifiquen ellos. Pilato todavía intenta comunicarse con Jesús, quiere saber algo más de Él y le chantajea: “¿No sabes que tengo autoridad para liberarte y autoridad para crucificarte”. Su confusión aumenta antes las respuestas de Jesús: “No tendrías autoridad sobre Mí si no se te hubiera de lo alto” –Pilato entendería que se refería al César-. Por eso cada vez está más confundido. Sólo le faltaba la amenaza de los judíos: “Si sueltas a Ése no eres amigo del César. ¡Crucifícale!”. 

Según el historiador judeoromano Flavio Josefo (37-100 d.C), el prefecto había tenido problemas por culpa de los judíos desde su llegada a Judea -me refiero al asunto de los estandartes colocados en la Torre Antonia, frente al templo, entre otras cuestiones- por eso no quiere nuevos conflictos, de ahí que su insistencia le saque de sus casillas. Finalmente, Pilato cede a la presión de los judíos: “Yo soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!” –y lo entrega para que lo crucifiquen-. Su asesor se queda estupefacto y los judíos responden: “¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!”. Con su cobarde decisión Pilato se constituye en el paradigma intemporal de “la vileza y de la sumisión a los bajos intereses de la política” (Pérez-Rioja, 1971),[5] ya que al consentir en la entrega de un justo para que lo ejecuten, además de perder la inocencia, engaña a la verdad y se cubre de ignominia. La política de ayer, como la de hoy -y probablemente la de mañana- nos ofrece ejemplos semejantes...

"Sus heridas te han sanado": Detalle de Jesús en el Pretorio: después de mandar azotar a Jesús, Pilato se lava las manos... (Ademuz, 2013).

Cuadro 2º.- Un narrador explica que tras el juicio de Pilato cogieron a Jesús, “le cargaron a cuestas la cruz y salieron hacia el Calvario”, el monte de las calaveras o Gólgota, donde solían tener lugar los ajusticiamientos de este tipo. Entre los romanos había distintos tipos de crucifixión, como colgar al reo o “cruciarius” de un árbol, atarlo o clavarlo a un madero, etc. Resulta difícil pensar que Jesús pudiera cargar con una cruz de crucificar tras haber sido brutalmente azotado..., pues el flagelo dejaba al reo totalmente desmadejado, lo que hace improbable que pudiera con tanto peso. Lo lógico es que le hicieran llevar sólo el palo horizontal (patibulum), pues el vertical (stipes o palus) estaría ya clavado en el lugar de la ejecución. Camino del Calvario (lugar de las calaveras) vemos como una mujer se abre paso entre la multitud, “intenta acercarse lo más posible a Jesús”, se trata de María, su madre. 

Lo que María debió sentir al ver a su Hijo en aquel trance sólo puede comprenderlo una mujer que haya llevado un hijo en las entrañas, y parido... Jesús camina entre los empujones y gritos de la gente, cargado con el madero, aturdido, coronado de espinas, unas espinas punzantes que le atraviesan el cuero cabelludo y le llegan hasta los huesos del cráneo, chorreando sangre... La sangre debió estar muy presente en aquella vía dolorosa: por la flagelación y por la corona de espinas clavada en el cuero cabelludo, una zona muy vascularizada que sangra mucho al herirla. María se acerca a la escena para que Jesús la vea, quiere mostrarle “que está junto a Él, que le acompañará hasta el final”, para ayudarle a sobrellevar lo que está sucediendo, “el dolor, la humillación y la actitud de entrega profunda de todo su ser”. Pues de alguna manera María sabe o intuye que todo lo que está sucediendo tiene que ocurrir “para que se cumpla el plan de Dios: nuestra salvación”. Es el momento del grito silencioso de María que la desgarra por dentro: “¡Jesús, Hijo mío!, ¡Ojalá pudiera morir Yo y no Tú!, ¡Jesús, Hijo mío!”. 


"Sus heridas te han sanado": Detalle de Jesús en el Pretorio:
después de mandar azotar a Jesús, Pilato lo entrega para que lo crucifiquen...
(Ademuz, 2013).


"Sus heridas te han sanado": Jesús es cargado con la cruz...
(Ademuz, 2013).

Aquí entra en escena un tal Simón de Cirene, alguien que pasaba por allí o venía de alguna parte camino de su casa. Un soldado lo “requisó”, haciéndole cargar con el madero de Jesús, pues Jesús está a punto de desfallecer y no quieren que muera antes de tiempo... Lo habitual era que el “cruciarius” fuera conducido al lugar de la ejecución por cuatro “milites” o soldados al mando de un centurión: al reo lo llevaban por los lugares más concurridos del lugar, para ejemplaridad del vecindario. Durante el trayecto unos sayones lo solían azotar y delante iba un heraldo manifestando los motivos de la sentencia. Asimismo, era obligado que el reo portara su “proclamación” o “títulus”, una tablilla con el motivo de la condena –lo que denominamos INRI/Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum/ Jesús Nazareno Rey de los Judíos-: los juicios no escritos eran considerados nulos.


"Sus heridas te han sanado": Detalle de Jesús coronado de espinas...
(Ademuz, 2013).

Simón de Cirene no tiene nada que ver con aquello, se resiste, quiere que le dejen, clama a los “milites”: “¡Yo no he hecho nada! ¡Dejadme en paz! La escena parece intrascendente, pero como cada detalle de la Pasión posee un elevado simbolismo, pues es algo que nos sucede todos los días a los seres humanos, que sin comerlo ni beberlo nos vemos implicados en asuntos desagradables, “como nos ocurre siempre que en nuestra vida aparece la negra cruz del dolor”, de la enfermedad y tantas otras cosas a las que estamos expuestos. 

Ciertamente, “es una injusticia que le obliguen a cargar aquello”; además, “él tenía otros planes” ese día, asuntos que debía resolver ineludiblemente. ¿Quién no tiene asuntos propios que solventar cada día? Por otra parte, ¿quién es ese pobre hombre que lleva la cruz camino del Calvario?, ¿Qué tiene él que ver con el Reo? -pensaría para sus adentros-. Quizá hubo un momento en que la mirada de Simón y de Jesús se encontró..., no sabemos lo que pudo ver o sentir el de Cirene en los ojos del Señor, acaso “una invitación a coger sin temor la cruz”, lo mismo que sigue diciendo hoy a la humanidad doliente: “Si quieres venir Conmigo, carga con tu cruz cada día y sígueme”. Cruces son todas las situaciones o circunstancias desagradables a las que diariamente y a lo largo de toda la vida nos enfrentamos los humanos: personales, familiares, sociales, laborales y de toda índole...

 
"Sus heridas te han curado": Detalle de Jesús con la cruz a cuestas, camino del Calvario...
(Ademuz, 2013).

Cuadro 3º.- Mientras Jesús camina hacia el Calvario, Judas siente el remordimiento de su traición..., “las treinta monedas tan apreciadas hacia poco, ahora son una tortura en su corazón”. Su alma angustiada se ve asaltada por el Maligno, que entre exclamaciones y propuestas consuman su desesperación, invitándole al suicidio: “Él no te va a perdonar. Sólo queda una salida. ¡Mátate!” –y se mató colgándose de un árbol, aunque una vez ahorcado y descompuesto, también puedo caer de la cuerda y reventarse-. Sea como fuere, murió atormentado por su mala acción, aunque no parece que hubiera en él verdadero arrepentimiento; de haberlo habido hubiera vuelto con el Señor a solicitar su perdón, o acudido a María, su madre, como hizo Pedro. 

Pero no pudo ser, Satanás ya había entrado en él... Obviamente, se trata de una forma de hablar, ya que Satanás representa al mal, pero el Mal no es algo o alguien opuesto a Dios -entonces estaríamos hablando de Dualismo (Maniqueismo), que sitúa a Dios y a Satanás en el mismo plano: uno principio y origen del bien y otro principio y origen del mal-, sino más bien de su ausencia o negación. Porque el Maligno, esto es, Satanás y todos sus nombres, no es una entidad positiva (creada), ya que todo lo creado fue hecho por Dios y Dios no pudo crear el mal: de facto "Dios miró todas las cosas que había creado y vio que eran buenas" (Génesis), luego la materia, lo creado, la creación en sí es buena. La misma materia y el propio cuerpo humano se revalorizan con la Encarnación, pues mediante Ésta el Hijo de Dios, el Logos (=Verbo o Palabra) se hizo carne, dignificando a la Humanidad (entendiendo ésta como el conjunto de lo humano: lo que ha sido, lo que es y lo que será). 

De ahí que la visión platónica del cuerpo como "cárcel del alma" sea una metáfora negativa e inexacta, ya que el alma (espíritu) no vive aprisionada en el cuerpo (materia), sino que se hace uno con él, y a su través se expresa mediante las ideas y la corporeidad. Siguiendo esta lógica, rechazar, martirizar, destruir el cuerpo o la vida del individuo humano es como impugnar o contestar la obra de Dios. El Mal tiene pues naturaleza espiritual, y se introduce en el mundo por la soberbia del hombre (criatura inteligente y libre) cuando éste niega a Dios o se aleja de Él por el pecado... -esta es la creencia cristiana, de la que yo participo-.

"Sus heridas te han curado": Detalle de Judas, presa de remordimientos por su traición...
(Ademuz, 2013).

Cuadro 4º.- De la multitud surge una mujer del pueblo, “seguramente agradecida por algún milagro” de Jesús, o simplemente compadecida por el sufrimiento del Reo, se acercó hasta Él y con gestó seguro le enjugó el rostro ensangrentado..., se trata de Verónica: “Mi Señor, permite que con este paño limpie tu noble rostro” –le dice respetuosamente-. Muchas veces ante la injusticia y el dolor ajenos permanecemos impasibles, ya sea por insensibilidad o falta de caridad, o por simple temor a complicarnos la vida, a lo que puedan decir los demás si rompemos las normas sociales de lo políticamente correcto. La imagen “del rostro sufriente de Cristo quedó marcado" en el lienzo ofrecido por aquella mujer compasiva, “y nada pudo borrarlo”, como si quisiera que tuviéramos siempre presente el rostro de los que sufren. 

Al paso del Reo cargado con el madero las mujeres de Jerusalén “se dolían y lamentaban por los sufrimientos de Jesús”. Las mujeres suelen ser más compasivas que los hombres, al menos en aquella ocasión lo fueron. No acababan de creer que aquello le estuviera pasando a un “gran Profeta”, quizá porque no conocían las Escrituras, ya que la historia de Israel está repleta de hechos semejantes y del rechazo de sus enviados. Ante las muestras de dolor de aquellas mujeres compasivas, Jesús se detuvo: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por Mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque si esto hacen con el leño verde, con el seco, ¿qué se hará” –les dijo, aunque es probable que no entendieran sus palabras-. Los soldados debieron percibir que Jesús se había recuperado, razón por la que despacharon al de Cirene, cargando de nuevo el madero sobre los hombros del Reo. La experiencia sufrida por Simón no debió caer en saco roto, probablemente cambió su vida... -como nos suele suceder a los humanos tras experiencias vitales intensas-.

"Sus heridas te han sanado": Detalle de una caída Jesús, camino del Calvario...
(Ademuz, 2013).
 
Cuadro 5º.- Jesús, cargado con su madero, llega al Calvario... Los guardias “le quitan los vestidos con violencia”, lo que le ocasiona no poco dolor, pues “las llagas de la flagelación” han hecho que se le peguen al cuerpo ensangrentado. Obediente, se tumba sobre la cruz como le mandan, al tiempo que desde “su corazón se eleva una oración” al Padre. Parece que Jesús fue clavado en una “cruz immissa” (capitata) alta, en la que el “stipes” sobresalía del madero horizontal (patibulum), permitiendo la colocación de la proclamación o “titulus”. Aunque lo habitual era hacerlo en una cruz baja, con el reo casi a ras del suelo, para que no sólo las aves, también los perros y otras alimañas pudieran destrozar el cadáver. 

Otro tipo de cruz era la “cruz commissa” (patibulata), aquella en la que el “patibulum” quedaba al nivel más alto de “stipes”; en este caso no era posible poner la proclamación por encima de la cabeza del crucificado. Pero por alguna razón la de Jesús parece que fue una cruz “capitata” alta, lo demuestra el hecho de que el soldado que le dio de beber lo hizo con una esponja atada a una jabalina, y el que llevara el “titulus” por encima de la cabeza... Aunque pudo ser “patibulata” alta, y al ponerle la proclamación la iconografía la convirtió en immissa (capitata). Pero esto son detalles intrascendentes en el contexto del relato que se narra. Cuando Jesús manifiesta sed le dieron a beber “vino mezclado con hiel”, bebida amarga que quizá calmaba la sed, aunque lo habitual era ofrecer “vino mirrado”, una sustancia con efectos presuntamente narcóticos, para aliviar el dolor. Dicho brebaje se daba antes de la crucifixión, lo proporcionaban (en Jerusalén) las familias pudientes, y en su defecto la comunidad. Pero al probarla, Jesús rechazó la bebida: quería estar consciente y despejado hasta el final...

"Sus heridas te han curado": Detalle de Jesús con la cruz a cuestas, camino del Calvario...
(Ademuz, 2013).


"Sus heridas te han curado": Detalle de Jesús con la cruz a cuestas, camino del Calvario...
(Ademuz, 2013).


Otros aspectos técnicos respecto de las cruces de crucificar son que el palo del “stipes” poseía a modo de clavija (cornu o sedile), sobre la que el reo podía ponerse a horcajadas, descargando su propio peso. La falta de este elemento suponía que el peso del cuerpo dependiera exclusivamente de los brazos, lo que  hacía muy dificultosos los movimientos respiratorios del tórax y del propio diafragma, favoreciendo la asfixia. Asimismo, la crucifixión habitual era atar al reo por los brazos, aunque también cabía la posibilidad de clavarlo a la cruz a la altura de las muñecas, y atarle también los brazos al “patibulum”. La iconografía clásica acostumbra a mostrar a Jesús clavado al madero por las palmas, lo cual resulta poco probable, ya que anatómicamente dicha estructura no puede soportar el peso del cuerpo, razón por la que habría que atarle también los brazos: lo más probable, sin embargo es que lo clavaran por las muñecas. El clavado por las muñecas, con el clavo pasando a través del cúbito y el radio produciría un agarrotamiento de los antebrazos y de las manos "poco estético", de ahí quizá que la iconografía le suela representar clavado por las palmas. 

Asimismo, algunas pinturas muestran a Jesús clavado en la cruz con los pies apoyados en una especie de cuña (suppedaneum), pero este artilugio no se utilizaba en la antigüedad... Otra cuestión llamativa es la referente a la posición relajada, casi hierática con la que se acostumbra a mostrar a Jesús crucificado y muerto en la cruz; lo cierto, como se dice arriba, es que las lesiones en los tendones, músculos y nervios producidas por los clavos harían que el cuerpo quedara en una posición retorcida, tan absolutamente contrahecha y penosa que la iconografía raramente se ha atrevido a describir por desagradable. Con todo, los evangelistas no dan este tipo de detalles de la crucifixión, lo cual es entendible, pues los Evangelios no son libros propiamente históricos, siendo otra su misión.


"Sus heridas te han curado": Una vez clavado, Jesús es izado en la cruz...
(Ademuz, 2013).

"Sus heridas te han curado": María llora la muerte de su Hijo, acompañada de los más íntimos... (Ademuz, 2013).

Caifás provoca a Jesús ya clavado a la cruz: “¡Anda! Tú, que destruías el Templo y lo reconstruías en tres días, ¡Sálvate a Ti mismo!”. Los fariseos continúan la burla: “¿Y éste es el Rey de Israel? Que baje ahora de la cruz y le creeremos”. “Baja de la cruz, utiliza tu poder”. “Si tanto lo quiere Dios, que lo libre ahora”. “¿No decía que era el Hijo de dios?”. Pero como se ha dicho aquella “era la hora de la Redención, por eso (Jesús) no podía bajar de la cruz”.

Mientras, Jesús ruega al Padre: “¡Perdónalos porque no saben lo que hacen!”. ¿Sabían realmente los judíos lo que estaban haciendo? Ellos no creían en absoluto que aquel Jesús de Nazaret colgado de la cruz fuera Hijo de Dios, ni Mesías, aunque algo había en Él que inducía a pensar que no era un hombre corriente. De lo que sí eran conscientes los saduceos, escribas y fariseos es que con sus artimañas se habían librado de alguien molesto, que perjudicaba sus intereses.

Al pie de la cruz están María y Juan: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Juan, ahí tienes a tu Madre”. Jesús tiene sed, pero su sed no es de agua, sino del amor del hombre, de su entrega confiada, tiene sed de entrar en nosotros, en cada uno de los hombres y mujeres de todos los tiempos, tiene sed de darse a cualquiera que desee recibirle, sed de nuestra salvación... Cuando todo estuvo cumplido, Jesús encomendó su espíritu al Padre y agonizó. Pero antes, con voz tronante exclamó en arameo las terribles palabras del evangelio marcano: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? -que quiere decir- Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Se sintió Jesús abandonado del Padre en aquellos dramáticos momentos? ¿Fueron sus palabras un reproche al Eterno por haberle hecho pasar aquel trago? Jesús era Hijo de Dios, pero también era hombre, y como tal se agarra a la vida, teme el dolor, la enfermedad y la muerte. Un narrador explica: “Nos cuesta entenderlo porque nos parece que la Salvación tiene que ser a través del triunfo, del aplauso, de la victoria, de la aclamación del mundo”. Pero la Salvación sólo puede venir de la entrega del Hijo a la muerte, “para que nosotros tengamos vida y vida en abundancia”. 

María y Juan permanecieron al pie de la cruz, en testimonio de su amor y fidelidad; pero los demás seguidores, temerosos y confundidos, desaparecieron... Jesús aparece frecuentemente rodeado de mujeres: de María, su madre amantísima y de sus hermanas, cuyos nombres desconocemos;  también de sus amigas de Betania, Marta y María; de María la de Magdala, "de la que habían salido siete demonios"; de Juana, mujer del despensero de Herodes; de "Susana y otras muchas que le servían con sus bienes" y de las que le seguían agradecidas por haberlas curado de enfermedades o librado de espíritus malignos; de la adúltera a quien nadie se atrevió a apedrear; de la samaritana del pozo de Jacob a quien el Señor pidió agua; de María, la madre de Santiago el Menor y de José; de la madre de los hijos del Zebedeo; de la conocida como Verónica, que le enjugó el rostro, de las mujeres de Jerusalén que lloraban a su paso camino del Calvario... 

Sin duda, Jesús debía ser un hombre atractivo para las mujeres -aunque los Evangelios no dicen de su aspecto físico: de su altura, color de su cabello o de sus ojos, del tono o timbre de su voz, de sus gestos-. Su atractivo debía estar en otros aspectos de su persona, además de en lo que decía y hacía. María, "refugio de pecadores", representa a la Iglesia, la propia Iglesia es femenina, acogedora y maternal como sólo ellas pueden serlo... Paradójicamente, sin embargo, el judaísmo es una religión de hombres, cuya influencia se extiende a la tradición judeo-cristiana (y musulmana). Prueba de ello es que las tres grandes religiones monoteístas están regidas mayoritariamente por varones. Pero, ¿qué sería de la Iglesia católica sin las mujeres?


"Sus heridas te han curado": Detalle de Jesús clavado en la cruz... (Ademuz, 2013).

Nicodemo y José de Arimatea reconocieron en aquellos hechos lo que profetizaron las Escrituras: no había otra manera de salvar al hombre, pues sólo con sus heridas podíamos curarnos. Antes de que se les ocurriera a los sumos sacerdotes, ambos fueron a pedir el cuerpo muerto de Jesús a Pilato –para darle sepultura en una tumba nueva labrada en piedra, cedida por el de Arimatea-. La costumbre era dejar “que los crucificados colgaran (un tiempo) de la cruz después de morir”, como escarmiento de malhechores. Pero era viernes y dada la proximidad de la Pascua los judíos tenían prisa, así que “pidieron que fueran enterrados el mismo día”. Jesús ya estaba muerto, pero no los que fueron crucificados con Él, de ahí la necesidad “de acelerar la muerte rompiéndoles las piernas”. 

La fractura de los huesos largos provoca el paso de tejido graso del interior del hueso al torrente circulatorio de retorno, que al llegar al pulmón ocasiona embolias grasas y muerte fulminante por ahogo. Como Jesús ya estaba muerto optaron por atravesarle el costado derecho de un lanzazo; por la herida “brotó sangre y agua”, lo cual era esperable, pues la tortura a que fue sometido le provocaría una hemorragia pleural (hemotórax), de ahí la sangre y el agua (humor seroso) al perforarle las membranas que envuelven los pulmones.

"Sus heridas te han sanado": Detalle de una mano de Jesús clavada en la cruz...
(Ademuz, 2013).

La ley judía prohibía la ejecución de más de una persona al día; la romana, por el contrario, consentía en las ejecuciones múltiples, incluso masivas. Además de contravenir la ley judía, los romanos crucificaron a Jesús entre dos delincuentes, quizá para más ofensa... Al punto de morir, exclama el Centurión: ¡”Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!”. El narrador explica que “El costado de Cristo abierto es la coronación de la Revelación”. Abrirle nuestro pecho, nuestro corazón a alguien es acogerle, ofrecerle lo más íntimo de nosotros, nuestra confianza, calor, amor, compasión... “Viendo ese costado abierto (san Juan) entiende toda la historia de la humanidad, su propia historia”: Cristo se constituye así en el centro de la Historia humana, entendiendo ésta no como una serie de ciclos que se repiten indefinidamente con avances y retrocesos; sino con un principio y un final, segmento de tiempo no necesariamente recto, pero con Cristo Jesús en el centro.


"Sus heridas te han curado": Detalle de Jesús clavado en la cruz,
con la corona de espinas ciñéndole la cabeza...
(Ademuz, 2013).

"Sus heridas te han curado": Apoteosis de la Pasión, Jesús muere clavado en la cruz...
(Ademuz, 2013).


"Sus heridas te han curado": María llora la muerte de su Hijo, acompañada de las mujeres...
(Ademuz, 2013).


"Sus heridas te han curado": Detalle de mujer llorando a los pies de la cruz...
(Ademuz, 2013).

"Sus heridas te han curado": María y Juan al pie de la cruz...
(Ademuz, 2013).
 
"Sus heridas te han curado": Detalle de María a los pies de la cruz...
(Ademuz, 2013).


"Sus heridas te han sanado": Detalle de María, y otra María, al pie de la cruz...
 (Ademuz, 2013).

Cuadro 7º.- Es el momento del descendimiento, Pilato ha consentido en entregar el cuerpo muerto de Jesús, y sus amigos van a desclavarle y bajarle del madero: “No te alarmes, María –dice el de Arimatea-, venimos a desclavar a tu Hijo, nuestro Maestro y a darle sepultura” –pues este José era un discípulo secreto de Jesús-. Nicodemo porta la autorización del pretorio; traían, también todo lo necesario para descolgarle, quizá una escalera y cuerdas, y los elementos para el amortajamiento, “lienzos y bálsamos”. María lo agradece, pues ver a su Hijo pendiente de la cruz le despedaza el alma... María pide por favor que coloquen el cuerpo muerto de Jesús en su regazo, “ya no voy a sufrir más, antes me servirá de alivio”, pues quiere tenerle entre sus brazos, “besarlo y abrazarlo y mecerlo como cuando era niño”. Ya que María era madre, una madre humana..., aunque con la cualidad de que “pone más amor al recoger el cadáver que odio habían puesto los verdugos al maltratarlo”, un amor incondicional “que incluye el perdón de sus enemigos”, sin clamar ni maldecir “contra Dios” ni “contra ningún hombre”. 

María hace el repaso de su vida con Jesús y recuerda los días felices de su infancia en Nazaret, y en este momento quiere velar su sueño: “Duerme y descansa ahora, todo se ha cumplido”, “Hijo querido, duerme, yo velaré contigo” –se dice mientras piensa en la Resurrección-. Pues sólo con amor puede repararse toda la injusticia y el dolor del mundo... El dolor de María en aquellos momentos es el de tantas madres que han perdido a sus hijos, “cuyos corazones se han roto a fuerza de sufrir por sus hijos de una u otra forma”, por causa de la enfermedad, de accidentes, del terrorismo, de la droga y el desamor, la incomprensión o el abandono. Poco después enterraron a Jesús en la tumba nueva cedida por José de Arimatea...

"Sus heridas te han curado": Nicodemo porta la autorización para descolgarle y
José de Arimatea
los elementos para el amortajamiento, “lienzos y bálsamos”
(Ademuz, 2013).


"Sus heridas te han sanado": Jesús es bajado de la cruz...
(Ademuz, 2013).

"Sus heridas te han sanado": Tras bajarle de la cruz, Jesús es colocado en el regazo de María,
su madre... (Ademuz, 2013).


"Sus heridas te han sanado": Detalle de Jesús muerto en el regazo de María, su madre...
(Ademuz, 2013).


"Sus heridas te han curado": Cruz penitencial, tras el descendimiento...
(Ademuz, 2013).

Escena VII: Resurrección.
Cuadro 1º.- La resurrección es el suceso más trascendental de la Pasión y muerte de Jesús, pues sin resurrección nada de lo sucedido tiene más valor que una anécdota dramática en un contexto histórico... Un narrador compara el jardín del Paraíso de que dice el Génesis con el huerto de Getsemaní: en el primero se produjo la caída del hombre -la primera ofensa-; mientras que en el segundo tuvo lugar la gran traición del hombre a Dios. Hay otro huerto, el del Calvario donde mataron y enterraron el cuerpo muerto de Jesús, pero éste no es un lugar de muerte, sino de Resurrección... La cruz donde muere Jesús, símbolo de la Pasión, se convierte aquí en emblema de vida y resurgimiento victorioso del sepulcro, porque “el Padre lo ha levantado de la noche de la muerte”. Por el poder del Padre el Cristo resucitado transforma la muerte en vida, “una vida nueva para los hombres”, una esperanza de justicia salvífica suprema más allá del sepulcro o la incineración; esperanza de vida eterna, más allá del memento homo, quia pulvis eris...


"Sus heridas te han curado": Detalle de Jesús resucitado...
(Ademuz, 2013).

De esta forma, Jesús se nos propone como norma de vida, en fuente de discernimiento y “criterio (del) que podemos fiarnos”. Jesús llama todos los días a nuestro corazón, unas veces con suavidad, otras de forma apremiante, pero siempre con amor... Si le abrimos, Él entrará en nuestro interior y transformará nuestra vida y “el horizonte de nuestra existencia”, colmando “de sentido y de alegría” nuestra vida, permitiéndonos ver la realidad de forma distinta, más amable y esperanzada. La Resurrección es un insondable misterio de Amor al que sólo podemos asomarnos por la fe; no una fe filosófica o existencial, sino una fe real y palpable, similar a la confianza absoluta que los niños pequeños depositan en sus padres; porque el Señor ofrece a los que confían en Él una amistad incondicional. Se nos invita a dejarnos conquistar por quien tanto nos ama... Vivamos con seriedad y confianza la Semana Santa -desde el Domingo de Ramos hasta la Vigilia Pascual, en la que el Señor resucita para todos los que deseen acogerle-: “¡Ven! ¡Cristo te espera!”.


Palabras finales.
La entrada se plantea como un amplio comentario al texto del libreto de “Sus heridas te han curado”, obra que próximamente se presentará en la plaza de la villa de Ademuz. No debe verse, pues, como una crítica formal de la representación propiamente dicha, ya que ésta todavía no ha tenido lugar.

La intención primera del autor, sin embargo, era entrevistar a los actores que encarnan los principales personajes, para conocer sus impresiones -de la obra en general y del personaje que representan en particular-, sus motivos y emociones, e incorporarlas a la glosa. Pero el texto es amplio y denso, y conforme lo iba leyendo surgían en mí sentimientos e ideas que creí conveniente añadir al comentario. En cualquier caso, la representación de la obra -como el Vía Crucis-, constituyen un camino interior, personal e intransferible que todo cristiano debería recorrer.

En el drama de la Pasión de Cristo cada actor tiene su papel y todos son necesarios, para que se cumpla el plan de Dios: la salvación de los hombres. Cristo ofrece a la Humanidad la posibilidad de redimirse; pero se trata de una salvación individual, que hay buscar y merecer. Aunque hay quien piensa que al final habrá "aprobado general" y todos seremos salvados, incluso los absolutamente malos, lo cual sería injusto en términos humanos. Pero nosotros no podemos ni debemos juzgar a nadie, ya que sólo Dios sabe las circunstancias de cada cuál y su vara de medir es generosa... La condición humana, sin embargo, se salva por actitudes como la de María de Betania, que unge al Señor agradecida; la de Nicodemo o José de Arimatea, generosos defensores del Justo; la de Pedro, que niega al Maestro, pero es capaz de reconocerlo y de pedir perdón; la de Claudia Prócula y de Silverio, que protegen al Inocente; la de Verónica o las mujeres de Jerusalén, que se compadecen del Sufriente camino del Calvario; del mismo Simón de Cirene, que carga con los problemas del Prójimo, aunque al principio no le viene bien... 

La condición humana se pierde, no obstante, con actitudes como la de Judas Iscariote, que traiciona la confianza del Amigo; la de Caifás y los fariseos que acusan, juzgan y condenan injustamente; la de los falsos testigos que encausan al Íntegro; la de Poncio Pilato, que no busca la verdad y hace dejación de su función de hacer Justicia y proteger al Reo; la de los esbirros y soldados que se complacen con el sufrimiento del Procesado, de los cobardes que se burlan del Penado que no puede defenderse...


"Sus heridas te han curado": Cruz penitencial, tras el descendimiento...
(Ademuz, 2013).


Hay en Jesús de Nazaret al menos tres Cristos, el Cristo real (de carne y hueso, que vivió y murió en la Palestina del primer tercio del siglo I d.C), el Cristo histórico (investigable en los Evangelios y otros escritos de su época) y el Cristo de la fe... La mente crítica del hombre contemporáneo busca distinguirlos, y es lícito que así se haga, como se viene haciendo desde el siglo de las Luces, aplicando el método histórico-crítico al análisis de los Evangelios canónicos y apócrifos, y otros textos de aquel tiempo, tanto cristianos como paganos. El propósito es comprender mejor el misterio del hombre-Dios que muere por redimir a los hombres de sus pecados, del orgullo y la desesperación, ofreciendo un mensaje de amor, perdón y esperanza. Pero, ¿por qué se empeña Dios en redimirnos..., en salvarnos? -podríamos preguntarnos-. Debe ser porque nos ama, esto es, porque somos sus hijos, la parte más consciente de su creación -no porque nos lo merezcamos-. La representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret en Ademuz puede acercarnos a la comprensión de su entresijo -basta contemplar la obra con el corazón sereno y la mente abierta-. Vale.







[1] MEIER (2004), pp. 290-297.
[2] De la existencia de Poncio Pilato como procurador de Judea existen pruebas epigráficas: el arqueólogo italiano Antoni Frova (1914-2007) halló en Cesarea Marítima –en 1961- una inscripción en una piedra caliza que hipotéticamente dice: [Dis Augusti]S TIBERIEUM/ [Po]NTIUS PILATUS/ [Praef]ECTUS IUDA[ea]E/ [fecit d]E [edicavit], cuya traducción sería: Al divino augusto Tiberio/ Poncio Pilato/ Prefecto de Judea/ le dedica esto/. En las ruinas del teatro romano de Cesarea Marítima, capital de Judea entonces, hay una réplica del hallazgo, el original puede verse en el Israel Museum de Jerusalén. Cf. Alicia M. Canto. Textos históricos sobre Jesús de Nazaret, en la web Terrae Antiqvae,  del jueves 5 de enero de 2006. ANTEQUERA, Luis. De la inscripción hallada en Cesarea Marítima que certifica la existencia de Poncio Pilato, en la web Religión en Libertad,  del lunes 8 de julio de 2013. 
[3] Cf. Wikipedia, voz Fariseos.
[4] Cf. Wikipedia, voz Barrabás.
[5] PÉREZ-RIOJA, José Antonio (1971). Diccionario de Símbolos y Mitos. Editorial Tecnos, Madrid, p. 353.