domingo, 25 de agosto de 2013

CASTIELFABIB, EN EL RINCÓN DE ADEMUZ (y II).

A propósito de la Semana Cultural en la villa 
–del 26 al 31 de agosto de 2013-.

"CASTIELFABIB:
villa con ayuntamiento de la provincia, audiencia territorial y capitanía general de Valencia (20 leguas) ,
partido judicial de Chelva (12 leguas), diócesis de Segorbe (15 leguas).
Situación: en las faldas orientales de un monte que corona un castillo, 
en la ribera derecha del río Ebrón..."
Pascual Madoz (1847), estadista.





Viene de:


Castielfabib, en el Rincón de Ademuz.
            La historia de la villa de Castielfabib está unida a multitud de acontecimientos históricos locales, comarcales y generales, sobre cada uno de los cuales podrían escribirse muchas páginas; basten para demostrarlo algunas reseñas a modo de efeméride...

1] El códice romanceado de Castiel.- Carlos Riba y García, catedrático de Historia de la Universidad de Valencia, a principios del pasado siglo XX (1915), hizo público en Zaragoza un estudio de sugerente título –Carta de población de la ciudad de Santa María de Albarracín según el códice romanceado de Castiel existente en la Biblioteca Nacional de Madrid-: bajo dicho epígrafe trata de demostrar que el Códice no pertenecía originariamente a esta ciudad aragonesa, sino al fuero romanceado de Teruel, del que podría ser una copia primitiva, “y la forma en que fue concedido como Carta a la villa de Castiel” –asimilando la expresión Castiel con nuestro Castielfabib-.[1] Pues el nombre de esta villa en su forma simplificada, que es como se la denomina y se la ha denominado desde antiguo entre los lugareños, figura en distintos lugares del mencionado Códice, siendo además “el que se adivina en todos los demás pasajes en los que se lee sobre raspado o interlineado el nombre de Albarracín, y algunas veces el de Teruel”.[2]

2] La Encomienda de la Orden de Montesa en el Rincón de Ademuz. Decíamos arriba que tras la conquista cristiana de Ademuz y en premio a la ayuda prestada en esta ocupación, el rey don Pedro concedió Ademuz a los templarios, y Castielfabib a los hospitalarios de san Juan de Jerusalén. Los hospitalarios habían constituido en Castiel un Priorato, dependiente del castellán de Amposta. Tras la desaparición de la orden del Temple, a principios del siglo XIV (1312), se fundó la Orden de Montesa -esto fue en 1319, a instancias de Jaime II el Justo (1267-1327)-. La nueva orden fue dotada patrimonialmente con los bienes y derechos de los templarios en el reino de Valencia, más los correspondientes a los hospitalarios, que renunciaron a lo que poseían en Valencia a cambio de lo que los templarios habían tenido en Aragón. De esta forma se creó la Encomienda de Montesa en el Rincón de Ademuz, que consistía en dos villas –Castielfabib y Ademuz- y dos aldeas de Ademuz: Vallanca, cuya iglesia era matricial e independiente de Ademuz desde su erección, y de la que el caballero Comendador de Montesa percibía una parte de las rentas a través de Ademuz; y Puebla de San Miguel. La creación de esta nueva orden, al asumir las rentas y derechos de los templarios y hospitalarios en el Rincón de Ademuz, constituyó una fuente de problemas con el obispo de Albarracín y Segorbe, con multitud de intrincados y vidriosos juicios, que duraron hasta principios del siglo XIX.[3]

Portadas del libro "Aportaciones al conocimiento de la Encomienda de Montesa en el Rincón de Ademuz" (Valencia, 2003).

3] La erección de la torre-campanario de Castielfabib.- Un acontecimiento de singular importancia para Castielfabib fue la erección de una torre-campanario en su parroquial... Según vemos, el documento que presuntamente autoriza su construcción está datado en la ciudad de Teruel, a mediados de febrero del sexto año del reinado de Alfonso IV el Benigno (1327-36), por el cual se concede a los clérigos de Castielfabib, y a expensas de las rentas primiciales del lugar, permiso para construir la mencionada torre, para los fines expuestos: participar en la fortificación y defensa del castillo, y poner címbalos y campanas. La autorización real se hallaba, no obstante, condicionada al informe de Lope Alvari de Espejo, probablemente el alcaide o responsable militar del castillo de Castiel. El apellido Espejo, de Espejo o Despejo se halla muy vinculado a la historia bajomedieval y renacentista de Castielfabib, donde esta familia debía gozar de cierta preeminencia.[4] El registro dice de “una torre nueva cerca de la puerta del castillo de dicho lugar, el cual castillo es contiguo a la iglesia del citado lugar”; al decir de “una torre nueva” podría pensarse que había otra anterior, quizá una pequeña espadaña, lo cual no sería en absoluto descabellado, pues en toda iglesia o ermita hay o suele haber una estructura con campana para convocar a los fieles; sin embargo, ello no es más que una suposición. Explícitamente, sitúa a la nueva torre “cerca de la puerta del castillo”, lo cual corresponde a la realidad arqueológica, pues la puerta de acceso al mismo se ha descubierto próxima a la torre: hipotéticamente, se piensa que la subida al castillo se realizaba a través del "Carrerón", o a través de la "villa vieja", para lo cual debemos imaginarnos que el cuerpo saliente de la sacristía no existía, ni tampoco el correspondiente al testero del templo: de otra forma se hace difícil pensar que pudieran acceder caballerías o incluso carros al recinto de la fortaleza. 
De la misma forma, sitúa al mencionado castillo “contiguo a la iglesia del citado lugar”, diciéndonos ya de la existencia de una iglesia o templo parroquial en esa temprana época. Asimismo, se dice que “esta torre será para el citado castillo muy útil y participará en la gran fortificación y en la defensa de este castillo”. Tampoco es desdeñable este párrafo desde el punto de vista argumental, aludiendo al potencial defensivo de la torre que se pretendía construir, cuya atalaya podría colaborar en la defensa del conjunto de la fortaleza. En última instancia la autorización real para construir una torre alude a la licencia dada a los clérigos del lugar, para “que en ella puedan címbalos y campanas poner y tocar o hacer poner y tocar a su voluntad”, elementos éstos, los címbalos (o platillos) y campanas que poseen diversas utilidades, desde convocar a los files a los actos religiosos hasta tocar a rebato ante una emergencia, ataque, incendio o cualquier otra incidencia que fuera preciso anunciar a la vecindad de dentro o fuera de las murallas –porque no hay que olvidar que Castielfabib era una villa real que se hallaba circundada por una amplia muralla salpicada de torreones, la cual, partiendo de ambos extremos del castillo-fortaleza, envolvía a la localidad y se cerraba al poniente -donde el actual “Torrejón”, por encima del barrio de La Torreta-.[5]

4] El Sínodo de Castielfabib de 1358.- El Sínodo tuvo lugar en Castielfabib -del 23 al 28 de mayo de 1358-. Además del contenido sinodal y de la complejidad del momento histórico, lo que más llama la atención de esta singular historia es la elección de Castielfabib como sede del tercer Sínodo diocesano: un lugar en los confines del reino de Valencia, entre Aragón y Castilla: con toda probabilidad, la celebración tuvo lugar en la iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles. Forzando ligeramente la imaginación podremos sospechar cómo debió ser aquello, la concurrencia de gentes a la villa -clérigos, canónigos, amanuenses y sirvientes, además del obispo y su séquito-, que acudirían desde distintos puntos por los caminos de entonces y lo que pudo suponer para los vecinos, sin duda un acontecimiento memorable. Aunque quizá pronto olvidado por los desastres de la contienda que siguió. ¿Dónde se alojaron los clérigos y sus sirvientes durante su estancia en la villa?, seguramente en las mejores casas particulares, aunque estas no debían ser muy numerosas. Acostumbrado a la comodidad de la corte pontificia en Aviñón, ¿qué pensaría el prelado francés al arribar Castielfabib, una pequeña villa amurallada de calles encosteradas, sita entre la eminencia del castillo y El Torrejón? No olvidemos que el Sínodo tiene lugar a mediados del siglo XIV: al final del período bajomedieval, en los umbrales de la modernidad... El pontificado segobricense de don Elías de Perigueux (1357-63) puede calificarse de muy productivo, aunque corto; pues poco después el Papa le reclamó, enviándole en una misión a Tolosa (Francia), donde falleció –esto fue en 1363-.[6]


Representación de un asedio medieval: el obispo de Segorbe, don Elías de Perigueux (1357-63) estuvo en las Cortes de Zaragoza –de 1360- donde puso de relieve “los agravios recibidos de los castellanos en varios lugares de la diócesis” [Tomada de Historia Viva de Valencia (1989)].

5] La Guerra de los Dos Pedros en el Rincón de Ademuz (1356-69).- Ciertamente, durante esta fase inicial de la contienda se produjeron incursiones militares por parte de ambos reinos en el vecino, singularmente en las zonas fronterizas, aunque lo más notable fue el ataque castellano al puerto de Barcelona (1359), que contó con la colaboración de los genoveses. Esta primera fase de la contienda concluyó con la Paz de Deza-Terrer (1361), mediante la que los contendientes se restituyeron las plazas conquistadas e intercambiaron prisioneros. La segunda fase de la guerra (1362-63) se zanjó con la Paz de Murviedro y la tercera (1363-69) concluyó con la Paz de Almazán (1375). Las dos últimas fases afectaron intensamente al Rincón de Ademuz, pues sus dos villas señeras –Ademuz y Castielfabib- fueron asediadas y tomadas por los castellanos, pero finalmente liberadas, aunque con muchos daños. De este tiempo existen diversos documentos que demuestran la estancia del rey castellano –Pedro I de Castilla (1350-69), apodado el Cruel por sus detractores y el Justiciero, por sus partidarios- en Castielfabib.[7]
El mencionado don Elías de Perigueux (1357-63) estuvo en las Cortes de Zaragoza –de 1360- donde puso de relieve “los agravios recibidos de los castellanos en varios lugares de la diócesis”. Pero aquello fue sólo el principio, pues no vivió lo suficiente para ver los desastres que aquella guerra acabó produciendo, singularmente cuando la toma de Ademuz y Castielfabib, en que ambas villas fueron por dos veces quemadas y arruinadas: de aquellos hechos quedó constancia en los Estatutos de las Cofradías de la “verge Madona Santa María e laltra del benaventurat Sent Guillén”, concedida por Juan I el Cazador (1387-96) a los de Castielfabib –el 12 de mayo de 1393-: “ipsa villa que bis per eum fuit terribiliter devastada igni”; “e per lo cremament, robament, presó e destrucció que per lo rey don Pedro de Castella fou feyt per dues veus en la dita villa en temps de la guerra”. Palabras similares constan en los estatutos de las cofradías de “la verge Madona Santa María i laltra del benaurat San Pere Apóstol”, concedidas a los de Ademuz por el mismo rey –el 20 de mayo de 1393-.[8]

6] Los ermitaños de san Agustín se posesionan del convento de Castielfabib (1393).- El mismo rey aragonés –Juan I el Cazador (1387-96)- que consintió la restauración de las cofradías de Ademuz y Castielfabib en 1393, autorizó a la Orden de los Ermitaños de san Agustín para que edificaran convento en Castielfabib –esto fue el 1 de abril de 1394-. La fundación agustina en Castielfabib no estuvo exenta de dificultades, pues el párroco de Vallanca, don Juan Brun, denunció ante el obispo de Segorbe –don Diego de Heredia (1387-1400)- que los agustinos comenzaban a levantar convento en la villa de Castiel. La oposición del de Vallanca a la fundación agustiniana -apoyada por el párroco de Castielfabib, obispo y cabildo de Segorbe-, presuntamente se basaba en la creencia de que tras los agustinos estaba la Orden de Montesa, que pretendía derechos sobre los diezmos y primicias de estos lugares, cuando aquellos entendían que eran sólo diocesanos. Antes semejante conflicto, el legado pontificio -cardenal don Pedro Martínez de Luna, futuro Papa Benedicto XIII (1394-1424)-, con fecha 14 de febrero de 1394, convocó a las partes en litigio en Valencia, y expuestas las razones de unos y otros llegaron a un acuerdo, concediendo permiso a los agustinos para que terminaran su convento en Castielfabib, al que pusieron bajo la advocación de san Guillermo.[9]

Portadas del libro "Aproximación a la Historia del Convento de San Guillermo..." (Valencia, 2001).

7] Compromiso de Caspe (1412).- Un tal Domingo Spelt, notario síndico de las villas de Castielfabib, Ademuz y Alpuente figura entre los representantes del estamento de ciudades y villas reales, en el Parlamento valenciano, que eligió a los tres compromisarios que el reino de Valencia mandó a Caspe (1412), donde se elige a Fernando de Antequera como nuevo rey de Aragón; ello tras el conflicto sucesorio planteado a la muerte sin sucesión de Martín I el Humano (1396-1410).[10]

Brazo Real en las Cortes Valencianas.

Y de esta forma podríamos seguir espigando acontecimientos históricos, en relación con Ademuz, Castielfabib o cualquier otro lugar del Rincón de Ademuz...


Organización del territorio y división municipal.
Como hemos visto, el Rincón de Ademuz estaba inicialmente formado por dos grandes municipios, Ademuz y Castielfabib. Esta distribución territorial se mantuvo desde la época foral hasta finales del siglo XVII, en que se produjo la segregación de la aldea de Vallanca constituyéndose en villa independiente, con término jurisdiccional propio: hecho que tuvo lugar el 14 de abril de 1695, esto es, durante los últimos años del reinado de Carlos II el Hechizado (1665-1700).[11]

 
Vista de Vallanca (Valencia), la primera localidad que se segregó de Ademuz para constituirse en municipio independiente y con término municipal propio, hecho que tuvo lugar el 14 de abril de 1695.

Vista de Puebla de San Miguel (Valencia), la segunda localidad que se segregó de Ademuz
para constituirse en municipio independiente y con término municipal propio, hecho que tuvo lugar el 2 de febrero de 1765.

Setenta años después, sobrepasado ya el ecuador del siglo XVIII, se produjo la segregación de Puebla de San Miguel, que se constituyó como villa independiente de Ademuz y con término propio el 2 de febrero de 1765, esto es, durante el reinado de Carlos III (1759-88).[12] Estas dos primeras segregaciones –Vallanca y Puebla de San Miguel- tuvieron lugar durante el Antiguo Régimen, de ahí que posean título de villas reales. Las siguientes segregaciones del Rincón de Ademuz se produjeron ya a partir del segundo cuarto del siglo XIX, cuando Fernando VII (1784-1833), el último monarca del Antiguo Régimen ya había fallecido. Sin embargo, la idea de establecer una administración municipal uniforme ya viene de las Cortes de Cádiz (1812), en cuyo artículo 310, dice:
  • <Se pondrá Ayuntamiento en los pueblos que no lo tengan, y en que convenga le haya, no pudiendo dejar de haberlo en los que por sí o con su comarca lleguen a mil almas, y también se les señalará término correspondiente>.

El mismo año de la muerte del rey Felón [Fernando VII], al comienzo de la Regencia de su viuda, la reina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias,[13] tuvo lugar la división territorial de España en 49 Provincias y 14 regiones, lo cual se realizó mediante una simple circular, siendo secretario de Estado de Fomento Francisco Javier de Burgos, y Ministro Ceán Bermúdez (noviembre de 1833).[14]

Retrato de la Mª Cristina de Borbón-Dos Sicilias, Reina Gobernadora durante la minoría de edad de Isabel II (1833-40).
Don Francisco Javier de Burgos, secretario de Estado de Fomento, cuando tuvo lugar la división administrativa de España en 49 provincias y 14 regiones (1833).


La conformación de los nuevos municipios del Rincón de Ademuz –Casasaltas, Casasbajas, Torrealta y Torrebaja- se produjo al amparo del Real Decreto de 23 de julio de 1835, privilegio concedido a todos los Ayuntamientos peninsulares e isleños que poseyeran más de cien almas y se hallaran bajo la cabecera de otro pueblo o incluidos en él (y estuvieran dentro del decreto de Subdivisión del año 1834) –se refiere a la Subdivisión en partidos judiciales de la nueva división territorial de la Península e islas adyacentes, aprobada por S.M., la Reina Gobernadora en el Real Decreto de 21 de abril de 1834.

          Según el citado Decreto de Subdivisión (1834), de los 15 partidos de la provincia de VALENCIA uno es el de Alpuente, formado por 23 pueblos [3.500 vecinos, 20.571 almas], entre los que se hallan 15 localidades del Rincón de Ademuz: Ademuz, Casasaltas, Casasbajas, Castielfavit (sic), Negrón, (Mas del) Olmo, Puebla de San Miguel, (El) Rato o Cuesta del Rato, Royo Cerezo (sic), (Los) Santos, Sesga, Torrealta, Torrebaja, Val (de la Sabina) y Vallanca. No se nombra aquí la aldea de Mas de Jacinto, ni al lugarcillo de Mas de los Mudos, ambos en término de Castielfabib.

La primera segregación del siglo XIX fue la de Casas Bajas, que se constituyó en municipio independiente por Decreto de 5 de junio de 1838, esto es, al final de la Regencia de María Cristina (1833-40), aunque su término no se amojonó hasta años después (1841). Como se dice arriba, la base legal inicial para aquella disposición estuvo en el Real Decreto de 23 de julio de 1835, dictada "para el arreglo provisional de los Ayuntamientos del Reino"; la emancipación se produjo, pues, en el contexto de la primera guerra carlista (1833-40), tras la revolución liberal (1835-37), hecho que puso fin al Antiguo Régimen y a la Monarquía Absoluta.

Vista de Casas Bajas (Valencia), que se segregó de Ademuz para constituirse en municipio independiente mediante Decreto de 5 de junio de 1838.
Vista de Casasaltas (Valencia), que se segregó de Ademuz para constituirse en municipio independiente mediante Decreto de 5 de octubre de 1845.

Otra segregación del término de Ademuz en este siglo fue la de Casas Altas, que se constituyó en municipio independiente por Decreto de 5 de octubre de 1845, aunque su término no se deslindó hasta años después –en 1847 todavía no lo tenía amojonado-. De este momento histórico, ya en la etapa isabelina, al comienzo de la "década moderada" (1844-54) y con el general Narváez en la Presidencia de Gobierno, se ha conservado un documento denominado “Deslinde del término de Casas-altas, con la Villa de Ademuz” (1845), donde se refleja el acuerdo tomado en Vallanca el día 22 de noviembre de 1844 por los jueces árbitros nombrados para dicho fin por Ademuz y Casas Altas, ante el Juez Comisionado.[15]

Vista de Torrealta (Valencia), que se segregó de Ademuz para constituirse en municipio independiente ca.1835-45, pero que tuvo que agregarse al de Torrebaja (Valencia), por no reunir los 30 vecinos que establecía la Ley.

Vista de Torrebaja (Valencia), que se segregó de Castielfabib para constituirse en municipio independiente ca.1835-45 -a la fecha de 1847 ya se le había agregado el de Torrealta.

La emancipación de Torrealta como municipio independiente de Ademuz tuvo que producirse al amparo de las mismas disposiciones legales que Casasbajas y Casasaltas, aunque se desconoce la fecha exacta –en cualquier caso, antes de 1845-. Asimismo podríamos decir de Torrebaja, cuya independencia de Castielfabib tuvo lugar en fecha ignorada. Sabemos, no obstante, que Torrebaja ya tenía ayuntamiento propio en 1849, y que por esa fecha ya se le había agregado el de la vecina Torrealta, que, según dice Madoz, perdió su competencia municipal “por no reunir los 30 vecinos de la ley”[16] -se refiere a la Ley de organización y atribuciones de los Ayuntamientos de 8 de enero de 1845, y a la Real Orden de 25 de enero de 1845, que establecía la supresión de todos aquellos ayuntamientos que no superasen los 30 vecinos, esto es, unos 150 habitantes-.

Municipios matriciales y emancipados del Rincón de Ademuz.
Municipios Matriciales
Municipios emancipados
Fecha


ADEMUZ



Vallanca

1695, abril 14
Puebla de San Miguel
1765, febrero 2
Casas Bajas
1838, junio 5
Casas Altas
1845, octubre 5
Torrealta
antes de 1845

CASTIELFABIB

Torrebaja
antes de 1845
Nota: Torrealta se adscribió al municipio de Torrebaja, por no reunir los 30 vecinos que marcaba la Ley para continuar siendo municipio (ca.1845).

Mapa en el que puede observarse el proceso de formación de los nuevos municipios del Rincón de Ademuz: Vallanca (1695), Puebla de San Miguel (1765), Casas Bajas (1838), Casas Altas (1845), Torrealta y Torrebaja (ca.1835-45) [Tomado de RODRIGO ALFONSO (1998), p. 43].


Observando el mapa del Rincón de Ademuz -desde 1261 hasta 1695- vemos que el término de Castielfabib ocupa la mitad noroccidental de la comarca, mientras que el de Ademuz se distribuye por el resto del territorio, de este a oeste y por el sur. Tras las segregaciones ocurridas en el siglo XVII, XVIII y XIX, vemos que Castielfabib sólo ha sufrido la segregación de Torrebaja, pequeño término que ocupa aproximadamente el centro geométrico de la comarca, mientras que la constitución de los demás municipios fue a costa del de Ademuz: a la izquierda de éste queda Vallanca (oeste), a la derecha Puebla de San Miguel (este), mientras que Casasaltas y Casasbajas lo hacen en posición meridional. Torrealta, que se hallaba al norte de Torrebaja y provenía del termino de Ademuz, se agregó al de Torrebaja, formando un sólo municipio (ca.1845).

Mapa en el que puede observarse el actual reparto territorial municipal del Rincón de Ademuz [Tomado de RODRIGO ALFONSO (1998), p. 50].


Según la hipótesis más admitida, la peculiaridad de Torrebaja y Torrebaja está en que probablemente fueron pequeños territorios señoriales donados a particulares tras la conquista cristiana. Estos territorios -Torrealta en el término de Ademuz y Torrebaja en el de Castielfabib- se constituyeron en mayorazgos en el siglo XVI-XVII, circunstancia que propició el mantenimiento de su unidad territorial, hasta el punto que las lindes del mayorazgo de los Ruiz de Castellblanque fueron posteriormente las del municipio de Torrebaja. Otro tanto podría decirse del de los Garcés de Marcilla respecto de Torrealta.

Gráfico en el que se muestran las Etapas Económicas del Rincón de Ademuz -del siglo XVII al XX-: ganadero forestal, expansión agrícola y crisis agrícola territorial
[Tomado de RODRIGO ALFONSO (1998), p. 53].


Palabras finales.
Según hemos visto, desde la baja Edad Media hasta finales del siglo XVII, el territorio del Rincón de Ademuz estuvo repartido entre dos grandes municipios -Ademuz y Castielfabib-: a partir de esa fecha se produjeron las primeras segregaciones de Ademuz -Vallanca (1695) y Puebla de San Miguel (1765)-, ambas tuvieron lugar en el Antiguo Régimen. Las demás segregaciones datan del segundo cuarto del siglo XIX: Casasbajas (Ademuz) en 1838, al final de la primera Regencia (1833-40) y Casasaltas (Ademuz) en 1845, al comienzo de la Década Moderada (1844-54). Las aldeas de Torrealta (Ademuz) y Torrebaja (Castielfabib) debieron constituirse por ese mismo tiempo, aunque desconocemos la fecha exacta, pero antes de 1845, pues una Real Orden de enero de ese mismo año hizo que Torrealta se añadiera a Torrebaja, por no reunir los 30 vecinos que  la norma legal le requería para seguir siendo municipio independiente. Desde esa data de mediados del Ochocientos, la comarca se halla fragmentada en siete municipalidades... En la actual ordenación jurídica española, los municipios constituyen la forma primaria de la administración local, hasta el punto de ser la más próxima al ciudadano y la que presta los servicios básicos -abastecimiento de aguas, alcantarillado, alumbrado, basuras...-: hecho especialmente manifiesto en los pequeños municipios, lo que influye decisivamente en la calidad de vida de sus vecinos.
En España hay actualmente 8.116 municipios, de los que más de la mitad posee menos de 1.000 habitantes: entre ellos se cuentan todos los del Rincón de Ademuz, donde ninguno alcanza las 500 almas, con la excepción de Ademuz, cuyo censo –1.292 en 2011- se distribuye en cuatro núcleos: la villa y tres aldeas (Mas del Olmo, Sesga y Val de la Sabina) de apenas unos pocos vecinos.
El problema que plantean los pequeños municipios ya se puso en evidencia en el siglo XIX, no hay más que ver el Proyecto de Ley de Ayuntamientos de 1860, presentado por José Posada Herrera, Ministro de la Gobernación de Isabel II, donde entre otros argumentos, expone:
  • <No es necesaria una larga práctica administrativa para reconocer los graves inconvenientes que ofrecen esas municipalidades microscópicas, como son muchas las que hoy existen, y que más que agregaciones de carácter público, pueden considerarse como familias dilatadas. Sin recursos para cubrir sus más perentorias atenciones... estos Ayuntamientos no sólo son una rémora constante para la Administración en general, sino incapaces de llenar el objeto propio de una asociación de su índole>
            En la actualidad, el problema pervive, siendo cada día más apremiante..., pues nuestros pueblos se vacían de gente joven, con lo que su población disminuye y envejece, hasta el punto que resulta difícil formar las listas para las elecciones municipales. En algunos lugares se da el caso de que faltan varones, incluso para llevar las andas de los santos en las procesiones... ¡Vivir para ver, que diría el clásico! Quizá ha llegado el momento de pensar seriamente en entidades que agrupen varios municipios, para racionalizar su gestión, pues los que tenemos, además de ser económicamente inviables por la falta de ingresos propios, no pueden garantizar la prestación de los servicios mínimos que requiere cualquier comunidad moderna. Porque no se trata sólo de ahorrar, sino de dar servicios de calidad.

Municipios del Rincón de Ademuz: superficie, población y densidad (2011).
MUNICIPIO
SUPERFICIE
POBLACIÓN
DENSIDAD
Ademuz
100,4
1.292
12,86
Casas Altas
15,9
168
10,56
Casas Bajas
22,6
243
10,75
Castielfabib
106,3
342
2,21
Puebla de San Miguel
63,6
86
1,35
Torrebaja
4,7
457
97,23
Vallanca
56,6
156
2,75
TOTAL
370,1 km2
2.744 habitantes
19,67 hb/km2
Tomado del Instituto Nacional de Estadística (INE). Elaboración propia (2013).


           En suma: el Rincón de Ademuz, con sus 370 km2, y menos de tres mil habitantes repartidos entre siete municipios, con un total diecisiete núcleos habitados, podría tener un único Ayuntamiento mancomunado, agrupando los concejos que actualmente posee; pues no se trata de hacer desaparecer la entidad de los pueblos, sino que su administración se fusione para hacerla más eficiente.
Valga el punto para decir que los pueblos de la comarca son herederos de su pasado, pero lo que les debe unir ahora no es la historia conjunta -que también- sino un proyecto de futuro en común... Vale.



© Alfredo SÁNCHEZ GARZÓN.



[1] RIBA Y GARCÍA, Carlos. Carta de población de la ciudad de Santa María de Albarracín, según el códice romanceado de Castiel existente en la Biblioteca Nacional de Madrid, Zaragoza, 1915, Estudio Preliminar, I y II.
[2] Ibídem.
[3] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Aportaciones al conocimiento de La Encomienda de Montesa en el Rincón de Ademuz, Valencia, 2002.
[4] ID. Acerca de la torre-campanario de Castielfabib (Valencia), I, en Desde el Rincón de Ademuz, del martes 17 de abril de 2012.
[5] Ibídem.
[6] ID. El sínodo de Castielfabib de 1358, en Desde el Rincón de Ademuz,  del domingo 11 de noviembre de 2012.
[7] Ibídem.
[8] Ibídem.
[9] AGUILAR, Fco. de Asís. Noticias de Segorbe y de su obispado por un sacerdote de la diócesis, Segorbe, 1890/Valencia, 1975, tomo I, parrafo 163, página 163. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Aproximación a la Historia del Convento de san Guillermo en Castielfabib (Valencia), Valencia, 2001, pp. 32-33 y 148-152.
[10] SÁNCHEZ GARZÓN (2002), pp. 207-209.
[11] ID. Casas Bajas, en el Rincón de Ademuz (I), en: Desde el Rincón de Ademuz, del miércoles 5 de junio de 2013.
[12] ID. Carta de Privilegio del rey don Carlos III, por la que se concede a Puebla de San Miguel el título de Villa, en: Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, 2008, vol. II, pp. 271-279 y 433-453. ID. Casas Bajas, en elRincón de Ademuz (I), en Desde el Rincón de Ademuz, del miércoles 5 de junio de 2013.
[13] Regencia de María Cristina de Borbón. (2013, 9 de abril). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 09:09, junio 1, 2013 desde http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Regencia_de_Mar%C3%ADa_Cristina_de_Borb%C3%B3n&oldid=66121567.
[14] División territorial de España en 1833. (2013, 31 de mayo). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 17:17, junio 2, 2013 desde http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Divisi%C3%B3n_territorial_de_Espa%C3%B1a_en_1833&oldid=67358524.
[15] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Casasaltas en la primera mitad del Ochocientos (1847): Comentario a las particularidades anotadas por el estadista, a propósito del expediente de deslinde de Ademuz (1845), en: Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, 2009, vol. III, pp. 309-317. ID. Casas Bajas, en el Rincón de Ademuz (y II), en: http://alfredosanchezgarzon.blogspot.com.es/2013/06/casasbajas-en-el-rincon-de-ademuz-y-ii.html, del miércoles 5 de junio de 2013.
[16] MADOZ (1849), tomo XV, p. 72.

CASTIELFABIB, EN EL RINCÓN DE ADEMUZ (I).

 A propósito de la Semana Cultural en la villa 
–del 26 al 31 de agosto de 2013-.


Castielfabib nobilissimun regaleque oppidum primumque et
permunitum Regni Valentini municipium,
intra cuius moenia circumstantesque villulas triginta super bis centum domicilia connumerantur”.[1]
Relación ad limina del Obispo de Sogorbe, fray Francisco Gavaldá Guasch,
relativa a Castielfabib (1656).


Palabras previas.
            Mi presencia en esta Semana Cultural se debe al alcalde de Castielfabib –don Eduardo Aguilar Villalba-[2] que me solicitó participara con una charla... Siempre es un honor –también un placer- que alguien te requiera para estos menesteres, y yo lo acepto con gusto, pues me gusta colaborar. ¡Gracias, pues, señor alcalde!
            A la hora de elegir el tema siempre se plantea un dilema, pues los asuntos sobre los que se podría hablar en relación con Castielfabib son múltiples y variados. Es por ello que me decidí a empezar por el principio, que suele ser la mejor manera de comenzar a contar las cosas. Cuando digo del principio me refiero a la época de la conquista cristiana de esta parte del antiguo reino almohade de Valencia, a la conformación del territorio y a su evolución desde el tiempo de la conquista hasta nuestros días.

Decir de Castielfabib –o de Ademuz, que tanto monta- es decir del Rincón de Ademuz, pues durante la mayor parte de su existencia como demarcación político-territorial ambas villas y sus términos constituyeron la totalidad de la comarca. El objetivo de la presente charla es abordar de forma somera el momento de la conquista y lo que sucede tras la misma, hasta la formación de este espacio geográfico que conocemos como Rincón de Ademuz: su inclusión en el Reino Cristiano de Valencia y la posterior separación geográfica del resto del territorio valenciano. Seguidamente, diremos de los principales acontecimientos históricos que afectaron a Castielfabib, situándolo así en el contexto comarcal y general. Entre estos acontecimientos se halla la fragmentación del territorio inicial, y la aparición de los distintos municipios que hoy lo conforman.
La entrada presente constituye pues el esquema, guión y desarrollo de la charla-coloquio prevista, que tendrá lugar en la iglesia-fortaleza de Castielfabib, el próximo martes 27 de agosto del presente año, a las 17:30 horas. No sé cómo resultará la disertación, pero sólo por ver la iglesia por dentro -y su entorno- merecería la pena asistir...

Cartel de la Semana Cultural Municipal de Castielfabib (Valencia), en el que se anuncia la presente charla-coloquio.
Vista de Castielfabib (Valencia), desde Los Planos (2012).

Del tiempo de la conquista cristiana.
La Historia es una ciencia, en cuanto trata de desentrañar el pasado con el método científico, investigando los hechos, sus causas y consecuencias de forma objetiva... Para ello se vale de documentos y registros de todo tipo, de crónicas y testimonios; pero una vez averiguados y consensuados, los hechos históricos son susceptibles de interpretación, y la interpretación siempre será política. En cualquier caso, se trata de aproximaciones a los hechos de la Historia –quiero decir que no existen verdades absolutas-, pues de la misma forma que existen verdades judiciales existen las históricas... Además, para hacer inteligible una historia hay que conocer el "proyecto" individual o colectivo de una sociedad; pues, como escribía Julían Marías en "España inteligible. Razón histórica de las Españas" (1985), "sin tenerlo presente no se puede contar una vida", ni una historia.  Con todo, en Historia, como en tantas otras cosas de la vida, deberíamos adoptar el viejo aforismo de la lógica escolástica: nego suppositum, niego el supuesto... ¡Si no queremos perdernos en divagaciones, no hay que dar nada por supuesto!

Plumilla representado a Jerónimo Zurita (1512-80), cronista aragonés por excelencia.
Respecto del tiempo de la conquista cristiana del Rincón de Ademuz, el cronista aragonés Jerónimo Zurita (1512-85) nos la presenta a su estilo, como se entendía la historia en su tiempo. Nos dice que en los últimos días de marzo, el rey Pedro II de Aragón reunió sus tropas en Monzón (Huesca), e hizo una correría por esta zona del reino moro valenciano. En aquella incursión resultaron conquistadas varias villas y lugares, entre las que hallamos Ademuz, Castielfabib, El Cuervo y Sertella con sus castillos. A continuación hace un comentario de especial interés, diciendo “Estas fortalezas no se agregan al reino de Aragón, sino que forman el reino de Valencia, que puestas en la frontera eran como las primicias de una gran expedición”.[3] Lo cierto es que tras la conquista de la zona, sus castillos malamente podían agregarse al reino cristiano de Valencia, toda vez que éste todavía no se había conquistado ni constituido; pues no lo sería hasta después de la conquista de la capital, en 1238... Lo propio es pensar que nuestras villas pasaron a depender de Aragón; no iban a depender de Castilla, pues la conquista había sido aragonesa... Pero el cronista escribe en la segunda mitad del siglo XVI, cuando ya era un hecho que Ademuz y Castielfabib formaban parte del reino cristiano de Valencia.

Vista septentrional de Ademuz (Valencia), desde el Pico Castro (897 m).
  
En el siguiente párrafo el relator dice: “y aquel día en presencia del rey, del obispo de Zaragoza se ofreció y entregó (Ademuz) a don Pedro de Monteagudo maestre del Temple y a su orden...”.[4] Obviamente, debemos entender que se está refiriendo al día en que se conquistó el castillo de Ademuz; ese mismo día el castillo fue entregado al maestre del Temple... Visto lo anterior, cabe preguntarse, ¿qué fue de Castielfabib, acaso no se conquistó en la misma ofensiva? Nada dice el cronista al respecto, pero existe un documento, “datis in captione Castelli Fabib”, esto es, datado y signado en Castielfabib -a 26 de agosto de 1210-, conforme el rey don Pedro II concede a los hospitalarios de san Juan de Jerusalén la Iglesia de Castielfabib con sus diezmos y primicias, “para que edifiquen iglesias y oratorios y un molino con todos sus derechos Parroquiales y después les da también todas las Mezquitas con todas las heredades y décimas que en tiempos de los moros les pertenecían”:
  • <Nos, Pedro, por la gracia de Dios Rey de Aragón y Conde de Barcelona, en su honor y el de Santa María damos y por esta presente escritura valedera para siempre concedemos a San Juan y a la Casa del Hospital de Jerusalén y a sus pobres para siempre, y a vos, Martín de Andos, castellano de Amposta que a Nos en la adquisición del nombrado castillo Fabib con un laudable cuerpo de tropas de los Hermanos desde el principio hasta el final virilmente estuvisteis presente, damos la iglesia de este castillo de Fabio con todos los diezmos y primicias de este castillo y de sus términos, y para construir la iglesia os damos y asignamos para siempre aquel lugar que vulgarmente se llama “Las Eras”, donde antes había una mezquita de los sarracenos; al cual lugar damos estos límites: desde Oriente y Mediodía hasta el mismo río designado “Dronio” y desde occidente hasta la llanura donde hay viñas plantadas y desde el Norte hasta la roca que está junto al castillo. Os damos también plena licencia y facultad para hacer, plantar y edificar una casa de molinos en este mismo salto de agua y que a nadie le sea lícito que esta agua sea desviada a otra parte o poner algún impedimento por el que se nos quitara fuerza o pudiéremos quitarla para que hagáis en este lugar una casa. Donamos y concedemos y asignamos a Dios y al Hospital y a los Hermanos para siempre todas las mezquitas y heredades y todos los derechos que en tiempo de los sarracenos pertenecían a estas mezquitas o debían pertenecer>[5]
Óleo representado a don Pedro II de Aragón (1178-1213), el Católico.

Se trata de un documento en papel del siglo XVIII y copiado del original en Valencia, que aparece inserto en cierta documentación eclesiástica de 16 de abril de 1327.
El documento dado en la conquista de Castielfabib hace pensar que pudo existir otro similar para Ademuz, que es el que pudo consultar Zurita para sustentar su afirmación. Lo cierto, sin embargo, es que la concesión de Castielfabib a la Orden del Hospital fue el mismo día de la conquista -26 de agosto de 1210-, mientras que la donación de Ademuz a los templarios tuvo lugar unos días después -el 19 de septiembre de 1210-: aquí se nombra a los castillos de Ademuz, Castielfabib, “castellum quod dicitur lo Corbo et castellum quod dicitur Serrella”.[6]

Vista meridional de Castielfabib (Valencia), desde el Camino de Hoya Hermosa.
Sumariamente, la movilización de tropas para la incursión por tierras del reino moro valenciano se inicia en marzo de 1210, desde Monzón (Huesca), y la conquista de Ademuz y Castielfabib se produce el 26 de agosto de ese año: entre las huestes de don Pedro II se hallaban los templarios y los hospitalarios, que colaboraron activamente en la conquista. En premio de su colaboración, el rey concede Castielfabib a los del Hospital de san Juan de Jerusalén, y Ademuz al Temple.

La intervención de templarios y hospitalarios en la conquista de Ademuz y Castielfabib no fue casual ni altruista, sino interesada... Para entenderla hay que remontarse al testamento de Alfonso el Batallador (1131-32), en el que disponía el reparto de sus reinos entre diferentes monasterios e iglesias, nombrando herederos del resto a las órdenes monástico militares del Temple, Hospital y Santo Sepulcro. Ello para evitar que a su fallecimiento Alfonso VII de Castilla se anexionara sus reinos, pues el rey castellano era hijo de doña Urraca, esposa del Batallador, de la que el rey aragonés se había separado sin descendencia directa.

Cuando las órdenes monástico-militares exigieron el cumplimiento del testamento real hubo graves problemas con la nobleza y el propio rey, lo que llevó al princeps de Aragón -Ramón Berenguer IV (1131-62)- a establecer dos pactos con el Temple y el Hospital; mediante el segundo pacto -Daroca, 1142- se llegó a un acuerdo, en el que se especificaban los castillos y prebendas objeto de cambio, por el que las órdenes militares renunciaban a los derechos testamentarios del Batallador... Entre aquellos se encontraban El Cuervo, Castielfabib, Ademuz, Serrella, Alpuente..., cuyos territorios se hallaban todavía en manos musulmanas; para disfrutar de aquellos beneficios las órdenes militares nombradas debían contribuir ineludiblemente en su conquista;[7] de ahí su participación...

Al punto surge varias preguntas, ¿qué fue de Ademuz y Castielfabib tras la conquista aragonesa de 1210? ¿Fueron reconquistadas por los moros valencianos o permanecieron en manos cristianas? Lo cierto es que no lo sabemos con certeza, pues existe un vacío documental de varios años... No obstante, Pascual Madoz (1806-70), en su célebre Diccionario (1845), dice de Ademuz: “[...] en el año de 1212 la conquistó D. Pedro II de Aragón, y la pobló de cristianos, pero disfrutaron poco de su posesión, porque el rey moro de Valencia, la tomó luego pasándolos á cuchillo; la reedificó, y á su fortaleza añadió un castillo, cuyos restos conserva en su parte más elevada”.[8]

Representación de la batalla de las Navas de Tolosa (1212), por van Hallen.
Cabe decir que Madoz es un político y estadista, no un historiador, y que los datos más valiosos de su repertorio son los más próximos a su tiempo. Según vemos, data la conquista en 1212 –en otros textos se dice que fue de regreso de la batalla de las Navas de Tolosa, en la que participó el rey aragonés, junto con el rey castellano y el navarro-. Pero no, la conquista fue en 1210. Respecto a la posible reconquista musulmana, su afirmación queda en el aire, pues no se han hallados registros que lo prueben de forma fehaciente. A continuación hace otra afirmación: “El rey D. Jayme I de Aragón la conquistó por segunda vez en 1259, después de una gran resistencia y mucha pérdida de gentes, y la mandó poblar de cristianos de su ejército á quienes concedió muchos privilegios”.[9] De ninguna manera podemos admitir hoy que esto fuera así, pues la zona ya se hallaba conquistada hacía muchos años; además, tampoco existen pruebas documentales de asedios y luchas entre moros y cristianos en esa época por esta parte.

Plumilla representando a Pascual Madoz (1806-70), estadista.
 
Respecto de Castielfabib dice que la conquistó el rey don Pedro, y que la mandó “poblar de cristianos á quienes concedió varios privilegios; fortificó los nuevos muros y castillo cuya prevención no fue inútil, pues á poco tiempo fue atacada por el rey moro de Valencia, quien tuvo que retroceder escarmentado sin conseguir nada”.[10] Como ya dije en otro lugar:
  • <Lo sucedido con Castielfabib parece más acorde con la realidad histórica, aunque ya digo que Pascual Madoz no es un historiador, sino un estadista que recogió en su obra lo que le dijeron sus colaboradores en las propias villas y lugares de donde recabó información. En cualquier caso, recopiló lo que se creía en su tiempo..., lo que no siempre coincide con la verdad historiográfica. Personalmente, me inclino a pensar con Guinot Rodríguez (1995) que entre 1179 y 1240 el territorio conquistado por Pedro II en aquella fecha de 1210 quedó como una frontera abierta, singularmente la linde meridional de Aragón con Valencia, “amb freqüents acción de grups armats i daltabaixos en l`ocupació efectiva de l`espai” –aunque bajo influencia política aragonesa->.[11]

Abundando en lo anterior, cabe decir que la conquista castellana de esta parte del poniente del reino moro de Valencia se produjo a la par que la aragonesa, lo que hace pensar que la frontera nor-occidental del pre-Rincón de Ademuz debió permanecer más estable que la sur-oriental, dado que el rey castellano -Alfonso VIII el Noble (1158-1214)- ya concedió fuero para la repoblación de las tierras de Moya el mismo año de la conquista de Ademuz y Castielfabib por Pedro II el Católico -esto es, en 1210-.[12]
       Como es sabido, el Católico muere en Muret, localidad al sur de Toulouse (Francia) -en 1213-, durante la cruzada albigense. Dicho de otro modo, la conquista del reino moro de Valencia se interrumpió, continuándose como cruzada años después y por la costa, esto ya en el reinado de su hijo y sucesor, Jaime I el Conquistador (1208-76). La conquista de Valencia tuvo lugar en 1238 -en realidad no hubo batalla, sino rendición y pacto-: posteriormente se dio la promulgación del Costum de la ciudad de Valencia (1239-40), un hecho decisivo en la creación del reino cristiano valenciano. Pues todos los historiadores y especialistas forales admiten que dichos privilegios constituyen el germen de los futuros Fueros latinos (1240). Estos fueron posteriormente traducidos al catalán y ampliados, de donde surgen los Fueros romanceados de 1261, que son los que el Conquistador juró en la primavera de ese año.

Miniatura representando a Jaime I el Conquistador (1208-1276).
            De cara a la ubicación del territorio de nuestras villas –Ademuz y Castielfabib-, cabe decir que en los Fueron latinos (1240) no aparecen los nombres de estos castillos, pero sí figuran en los Fueros catalanes (1261), siendo pues esta la fecha señera cuando el territorio del futuro Rincón de Ademuz pasa a formar parte del nuevo reino cristiano de Valencia.
            El texto latino del fuero I.1 (1240), dice:
  • <Vocamus et volumus ut regnum Valentie appelletur et sit a rivo de Uldecona usque ad terminum de Biar, et a mari usque ad Alventosam et Almazaneram et ad Sanctam Crucem et a finem terminorum de Requena, qui dividunt terminum versus Castellam> [Edición de G. Colon i A. García,1970, tomo I, p. 108].
Mapa del territorio valenciano, antes de la creación del reino cristiano de Valencia (1238-1240), en el que puede observarse como las tierras del pre-Rincón de Ademuz -Ademuz y Castielfabib- se hallan fuera de sus fronteras [Tomado de GUINOT RODRÍGUEZ (1995), p. 26].
Mapa del Reino de Valencia, según los Fueros del texto latino (1240) y el pacto de Almirra (1240-61), en el que puede observarse como Ademuz y Castielfabib todavía no se hallan entre los límites del nuevo Reino cristiano [Tomado de GUINOT RODRÍGUEZ (1995), p. 30].

            Mientras que el fuero romanceado (1261), dice:
  • <Aquestes són los térmens del regne de València: [...]; e axí com va a la serra de Javalambre, e de la serra de Javalambre axí com ix a Castell Phabib e a Ademuç, e aquests dos castels són del regne de València; e de Ademuç, axí com va al terme que parteix Ares e Sancta Creu, e d`allí així com ix al terme de Toxa e de Xelva,...> [Tomado de Guinot Rodríguez, 1995, pp. 31-32].
Mapa del Reino de Valencia, según los Fueros del texto catalán (1261-1270), en el que puede observarse la continuidad territorial de Ademuz y Castielfabib con el resto del Reino, a través de Arcos de las Salinas [Tomado de GUINOT RODRÍGUEZ (1995), p. 44].

Ello nos lleva a evocar las palabras de Zurita, conforme las fortalezas de Ademuz y Catielfabib, tras la conquista de Pedro II, “no se agregan al reino de Aragón, sino que forman el reino de Valencia, que puestas en la frontera eran como las primicias de una gran expedición” –llevada a cabo muchos años después, ya en tiempos del Conquistador-. Asimismo, nos hace pensar en las palabras de Madoz, cuando dice que “El rey D. Jayme I de Aragón conquistó (la villa de Ademuz) por segunda vez en 1259”, pues aunque no se tenga noticia de esta hazaña, dos años después de esta fecha, el territorio del futuro Rincón de Ademuz se incluyó en el recién fundado reino valenciano. Abundando en ello, resulta poco probable que tuviera lugar la reconquista de Ademuz en 1259, pues aunque en los Fueros latinos (1240) las villas de Ademuz y Castielfabib no se incluyen en el nuevo reino de Valencia, tampoco podemos pensar que en aquella fecha hubiera un foco de resistencia musulmana entre Aragón y Castilla, como hace suponer la cita.
El suceso histórico más importante vinculado con esta fecha de 1259 fue la unión de las Iglesias de Albarracín y Segorbe –esto fue el 18 de marzo de aquel año, mediante la bula Petito Vestra del Papa Alejandro IV (1254-61)-.[13] El hecho es muy significativo, pues debemos saber que tras la conquista cristiana de la zona, Pedro II de Aragón concedió las iglesias del Rincón de Ademuz al arzobispo de Toledo –don Rodrigo Ximénez de Rada-, para que éste las cediera al obispo de Albarracín; pues la diócesis de Albarracín se había erigido como sufragánea de Toledo, ya en tiempos de don Cerebruno.[14] Y en esta obediencia permanecieron hasta la desmembración de ambas iglesias por la bula De Regimine de Gregorio XIII (1572-85) –el 21 de julio de 1577-:[15] fecha que coincide con la de toma de posesión del convento de san Guillermo por los franciscanos observantes de Valencia; pero esto es adelantar mucho el relato...

Representación de Jaime I el Conquistador (1208-1276), rey de Aragón, de Valencia, Mallorca, conde de Barcelona, señor de Montpellier y otros feudos en Occitania. 

            Durante la década siguiente a la jura de los Fueros catalanes –años sesenta del siglo XIII-, tuvieron lugar una serie de cambios en la frontera meridional de Teruel con Valencia. Dichos cambios fueron provocados a instancias del Concejo de Teruel, que quería volver a las antiguas fronteras dadas por Alfonso II el Casto (1177) tras la conquista de Teruel (1173). Pues en los Fueros catalanes (1261), además de incluirse las villas de Ademuz y Castielfabib, se ratificaba la pertenencia a Valencia de varias localidades de la zona sur-oriental de Teruel: Mosqueruela, Linares, Puertomingalbo, Rubiols, Nogueruelas, Loba, Albentosa, Manzanera, Torrijas, Abejuela y Arcos de las Salinas.[16] Dichas localidades acabaron pasando a Teruel...

Mapa del Reino de Valencia, después de los pleitos con el Consejo de Teruel (1270-1281), en el que puede observarse como al pasar Arcos de las Salinas a la Comunidad de Aldeas de Teruel se rompe la continuidad territorial de Ademuz y Castielfabib con el resto del Reino [Tomado de GUINOT RODRÍGUEZ (1995), p. 92].

            Por lo que respecta a nuestra zona, el cambio en la frontera que más nos afectó fue el paso de Arcos de las Salinas a Teruel, hecho que tuvo lugar a finales de aquella década –el 17 de junio de 1269-: Fecha en que Jaime I concedió la villa de Archos al Concejo de Teruel, para que formase parte de su Comunidad de Aldeas. Ello supuso la separación geográfica de las tierras de Ademuz y Castielfabib de las de Valencia, quedando el territorio como un exclave entre Cuenca y Teruel, como todavía permanece. Observando el mapa de la zona vemos que Arcos de las Salinas confronta con Santa Cruz de Moya, lo que propicia la separación del Rincón de Ademuz de Valencia; ello hace suponer que también hubiera alguna remodelación por esta parte, pero no se han hallado registros que lo prueben.

Mapa actual del Rincón de Ademuz, con los municipios limítrofes de Aragón (nor-este) y Castilla (sur-oeste) que lo circundan [Tomado de RODRIGO ALFONSO, Carles. El Rincón de Ademuz. Análisis comarcal, Valencia, 1998, p.39].

Al año siguiente –1270- se produjo otra modificación en el territorio del pre-Rincón de Ademuz, esta vez por la parte de Ciresio, zona noroeste de Castielfabib identificada con Arroyo Cerezo.[17] Tres años después –el 23 de junio de 1273- Jaime I otorgó un breve privilegio a Castielfabib, confirmando que dicha villa pertenecía al reino de Valencia, y ordenándole que se rigiera por su fuero y no por el de Aragón o Teruel.[18] Lo esperable sería encontrar un documento similar referido a Ademuz, pero tampoco se ha hallado...

La incursión de Pedro II de Aragón sobre esta zona del noroeste valenciano -en 1210- conllevó la conquista de las dos villas señeras del Rincón de Ademuz: Ademuz y Castielfabib. Su inclusión entre los límites del nuevo reino cristiano de Valencia data de 1261, fecha de la jura de los Fueros romanceados por Jaime el Conquistador. Pocos años después –en 1269-, al pasar la villa de Arcos de las Salinas a la Comunidad de Aldeas de Teruel se produjo la ruptura geográfica entre las tierras de Ademuz y Castielfabib con Valencia, quedando esta fracción del territorio valenciano entre Aragón y Castilla.
De esta forma, el Rincón de Ademuz quedó conformado por los términos de sus dos localidades principales, Ademuz y Castielfabib, cuyo desarrollo histórico ha corrido parejo a lo largo de los siglos. El territorio de ambas villas se fue poblando mediante aldeas y lugares, algunos de los cuales evolucionaron con el tiempo hasta convertirse en pueblos con término municipal propio; pero esto fue ya fue a partir del último cuarto del siglo XVII. Conviene reseñar el hecho curioso de dos territorios que se desarrollaron como señoríos, aunque sin jurisdicción territorial propia: Torrealta, en el término de Ademuz y Torrebaja en el de Castielfabib. Hipotéticamente, ambos lugares pueden considerarse a priori como donaciones territoriales a señores que participaron en la conquista cristiana, y que con el tiempo se convirtieron en mayorazgos.

           Los cronistas e historiadores posteriores definieron correctamente la anómala situación en que habían quedado las tierras de Ademuz y Castielfabib respecto del resto de territorio valenciano. Veamos algunos ejemplos:

  • <Que aunque (Ademuz y Castielfabib) sean villas del patrimonio real, del Rey de Valencia, no se puede entrar a ellas sino pasando y pisando casi una legua de Aragón, por la Hoya de la Carrasca>. Viciana, Rafael Martí de. Crónica de la Ínclita y Coronada Ciudad de Valencia (1564).
  • <No obstante ésto, da un salto nuestro reyno y vuelve a cobrar un girón de tierra dentro de Castilla y Aragón, por las espaldas de Santa Cruz, y de la Hoya (de la Carrasca): que es lo que llamamos Tierra de Ademuz, poblada de christianos viejos y toda del Obispado de Segorbe>. Escolano, Gaspar de. Décadas de la historia de la Ciudad y Reino de Valencia (1610-11).
  • <De forma que no se puede, subiendo del Reyno de Valencia, hacia dicho Rincón de Ademuz, entrar en este trozo de reino sin caminar dos horas de camino por el Reyno de Aragón o de Castilla>. López y Vargas Machuca, Tomás. Relaciones Geográficas, Topográficas e Históricas del Reino de Valencia (1775).
  • <Por Rincón o tierras de Ademuz se entiende el recinto contiguo al reyno de Valencia, cercado enteramente por los reynos de Castilla y de Aragón. No vemos en los mapas discontinuación alguna entre el Rincón y el reyno de Valencia –portaba el mapa de Tomás López-, y en todos ellos el término de Aras sigue sin interrupción hasta las tierras de Ademuz, sin duda porque sus autores los hicieron por informes inexactos, y sin conocer el terreno que figuraban, naciendo aquí y perpetuándose errores geográficos de mucho bulto>. Cavanilles, Antonio Josef. Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia (1797).
 
Sin embargo, la cartografía no siempre reflejó correctamente esta realidad geográfica del Rincón de Ademuz respecto de Valencia. Por ejemplo, en el siguiente mapa de Bernardo de Espinalt y García, Oficial del Correo General de esta Corte y Socio de número de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País (1786), puede observarse como las tierras del Rincón forman todavía un "totum continuum" con las del resto del territorio valenciano.
Mapa del Reyno de Valencia, por don Bernardo de Espinalt y García, Oficial del Correo General de esta Corte y Socio de número de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País (1786).

Como hemos visto, uno de los autores que primero se apercibió del error existente en la cartografía de la zona es el botánico valenciano Antonio José de Cavanilles (1745-1808), el cual achaca la incorrección de los mapas "sin duda porque sus autores los hicieron por informes inexactos, y sin conocer el terreno que figuraban, naciendo aquí y perpetuándose errores geográficos de mucho bulto". Pero él estuvo en el Rincón de Ademuz -a finales del verano de 1792-, recorrió estos términos y corrigió los errores observados. Prueba de ello es el mapa de la zona que ilustra su obra...

Mapa del Rincón de Ademuz por Antonio Josef de Cavanilles Palop (1745-1808), Observaciones, Madrid, 1797/Valencia, 1989, vol. II, p. 70.

Con todo, en el "Mapa Geográfico del Reyno de Valencia" de Tomás López y Vargas Machuca (1818), todavía sigue figurándose la comarca sin solución de continuidad con Valencia.
 
Mapa Geográfico del Reyno de Valencia, por don Tomás López y Vargas Machuca (1730-1802), dividido en 13 Gobernaciones o partidas: El Rincón de Ademuz figura en la Gobernación de Valencia (1818).

Es decir, desde mediados del siglo XVIII en adelante las tierras de Ademuz y Castielfabib comienzan a denominarse “Rincón de Ademuz”, con la particularidad de observarse una contradicción entre las descripciones de los historiadores y cronistas del siglo XVI-XVII y la cartografía del XVIII-XIX.




[1] <Castielfabib, nobilísimo y real pueblo, municipio el primero y muy fortificado del reino de Valencia, dentro de cuyas murallas y caseríos se cuentan más de doscientos treinta domicilios>.
[2] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Don Eduardo Aguilar Villalba, alcalde de Castielfabib(Valencia), del miércoles 25 de abril de 2012.
[3] ZURITA, Jerónimo. Gestas de los Reyes de Aragón. Índice de las Gestas de los Reyes de Aragón desde comienzos del reinado al año 1410, Edición preparada por Ángel Canellas López, Cronista Oficial de la Exma. Diputación Provincial de Zaragoza, Zaragoza, 1984, vol. I, [Era 1248, Año 1210], p. 143.
[4] Ibídem.
[5] Archivo Histórico Nacional, OO.MM., Montesa, Pergaminos eclesiásticos, de 16 de abril de 1327. GUAL CAMARENA, M., Precedentes de la Reconquista valenciana, en: Estudios Medievales, Instituto valenciano de Estudios Históricos, Institución Alfonso el Magnánimo, Diputación Provincial, 1952, I, fascículo 5º, pp. 208-237. JAVIERRE MUR, A., Privilegios Reales de la Orden de Montesa en la Edad Media: catálogo de las series existentes en el Archivo Histórico Nacional, Junta técnica de Archivos, Bibliotecas y Museos, Madrid, (s/f), p. 119. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Acerca de la conquista de Castielfabib: instrumento capital para la historiografía del Rincón de Ademuz, en: Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, 2007, vol. I, pp. 285-289.
[6] Archivo de la Corona de Aragón, Pergaminos de Pedro II, nº 370. GUINOT RODRÍGUEZ (1995), p. 61. Vid SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. “Buscando el castillo de Serreilla”, obra de Niceto Hinarejos Ruiz, del viernes 18 de enero de 2013.
[7] Este acuerdo, esculpido en bronce, se halla en el palacio del Justicia de Aragón en Zaragoza.
[8] MADOZ, P., Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Madrid, 1845, tomo I, pp. 82-83. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Ademuz en la primera mitad del Ochocientos (1845), en: Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, 2009, vol. III, p. 292.
[9] Ibídem.
[10] MADOZ (1847), tomo VI, pp. 166-167. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Castielfabib en la primera mitad del Ochocientos, en: Del paisaje,..., Valencia, 2008, vol. II, pp. 161-162.
[11] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Casas Bajas, en el Rincón de Ademuz (I), del miércoles 5 de junio de 2013.
[12] UREÑA Y SMENJAUD, Rafael."Fuero de Cuenca", Archivos y Bibliotecas, Madrid, 1935, p. XII. Citado por SÁEZ FERNÁNDEZ, Teodoro. Moya, su historia, sus tierras, sus hombres, sus tradiciones, Edita "Asociación Amigos de Moya", Valencia, 2001, p. 44. 
[13] TOMÁS LAGUIA, César. La desmembración de las iglesias de Albarracín y Segorbe, Teruel, 1965, p. 10.
[14] Ibídem, p. 11.
[15] Ibídem, p. 16.
[16] GUINOT RODRÍGUEZ, Enric. Els límits del Regne. El procés de formació territorial del País Valencià medieval (1238-1500), Edicions Alfons el Magnánim, Institució Valenciana D`Estudis i Investigació, Generalidad Valenciana, Diputación Provincial de Valencia, Valencia, 1995, p. 43.
[17] Archivo de la Corona de Aragón, Chancillería, Registro 16, fol. 212. GUINOT RODRÍGUEZ (1995), p. 63. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. La iglesia de san Joaquín y santaBárbara en Arroyo Cerezo, aldea de Castielfabib (Valencia), del domingo 12 de mayo de 2013.
[18] Archivo de la Corona de Aragón, Chancillería, Registro 19, fol. 24r. GUINOT RODRÍGUEZ (1995), p. 93.